miércoles, 12 de febrero de 2014

KAMINALJUYÚ EN EL CORAZÓN DE NUESTRA IDENTIDAD MESOAMERICANA

Museo de sitio de Miraflores, Ciudad de Guatemala, 2014

“Lo primero que tenemos dejar de lado es nuestro concepto actual de las fronteras, a fin de entender las relaciones que sostuvieron los diferentes pueblos de Mesoamérica con la cultura maya”, expresó de modo rotundo la arqueóloga Liwy Grazioso, maestra e investigadora del museo de sitio Miraflores, al grupo de periodistas que visitábamos el pasado día siete de febrero de 2014 la Nueva Guatemala de Nuestra Señora de la Asunción, más conocida como Ciudad Capital.
El grupo estaba frente a un gigantesco mapa, en la entrada de la primera sala del museo, donde se aprecia claramente el territorio que ocupó el Imperio Maya, que abarcó toda la península de Yucatán, parte de el actual Tabasco, Chiapas una franja de lo que hoy conocemos como Honduras y El Salvador, donde destacan las principales ciudades mayas que hoy son patrimonio de la humanidad.
Kaminaljuyú, o bien Kaminal Juyu o Kaminaljuyu, palabra o palabras quiché que significan Colina del Muerto, destaca en el altiplano centroamericano. La maestra Grazioso, explica:
“Este lugar se funda alrededor del año 1100 antes de nuestra era, en el preclásico maya, alrededor de una hermosa laguna que había en este sitio, cuya representación podemos apreciar en el vestíbulo del museo.
“Cualquier similitud con la fundación de Tenochtitlán es mera coincidencia –apunta sonriendo la arqueóloga-, pero de igual modo en este altiplano se construyen canales para irrigar las fértiles tierras que rodeaban lo que en algún tiempo fue la laguna de Miraflores, lo cual provoca una explosión de progreso en todas las áreas: agricultura, alfarería, comercio, artesanos de obsidiana, telares y todo lo que implicaba la cultura maya”, expone la maestra Liwy.
“Hacia los años 700-900 alcanza su esplendor. Grandes monumentos de basalto, plazas y pirámides enormes para las ceremonias y cultos proliferan en todo el altiplano convirtiendo a Kaminaljuyú en el más importante centro político y comercial de la región. La explosión demográfica es impresionante, pues las aldeas se suceden unas tras otras. Su lengua original era el Chol, pero con los siglos, al entrar en decadencia se impone el quiché.
“Los soberanos de esta metrópoli dieron gran impulso a la ingeniería hidráulica, desarrollando técnicas hasta hoy utilizadas, como son los acarreos por gravedad, canales con presas y represas para controlar el suministro del líquido”, explica la arqueóloga Graziosa. La laguna se convierte en el epicentro, pues además de pesca y caza, se construyen espacios destinados a fines recreativos para los grandes señores.
La incontenible mancha urbana de la Ciudad de Guatemala, su impresionante modernidad, sólo ha respetado una pirámide en torno a la cual se construyó el bello museo de Miraflores, el cual recorremos absortos con las explicaciones de nuestra guía. Frente a unos paneles giratorios, la arqueóloga muestra cómo se fue transformando el sitio prehispánico donde nos encontramos durante sus diferentes etapas y los compara con las transformaciones ocurridas en otras culturas, como la griega, la inca o la azteca.
Los hallazgos de cerámica, escultura, arquitectura e ingeniería confirman  la gran relevancia que tuvo Kaminaljuyú, además de ser un importante productor y exportador de obsidiana, debido a la explotación de varias canteras cercanas como El Chayal e Ixtepeque. Se cree que también pudo haber intercambio con los incas a través de los puertos como el de Chocolá, en Suchitepéquez, y Takalik Abaj, en Retalhuleu, en el océano Pacífico, pero esto aún no se confirma totalmente.
Para el siglo II de nuestra era, Kaminaljuyú comenzó declinar, explica la arqueóloga, pues la laguna ya no fue suficiente para sostener la economía de la región.
Además, hay que tener en cuenta que el posclásico maya, que va de los años 1000 a 1600 de nuestra era, se distingue por las corrientes migratorias de los putunes, o sea, el mestizaje producto de la relación nahua-maya y que viene a sustituir el esplendor que había caracterizado al imperio maya.
Mención especial requiere la producción de cerámica, cuya alfarería dominó diferentes técnicas y acusó la influencia teotihuacana, pero se cree que sólo se tomaron algunos modelos del centro de México para desarrollar sus propias técnicas.
El altiplano guatemalteco, similar al de Anáhuac (maqueta).

Presencia de extranjeros
De acuerdo con investigaciones osteológicas de los Montículos A y B por medio de isótopos de oxigeno, en Kimaljuyú no fue abundante la presencia de teotihuacanos, sino que más bien eran viajeros del altiplano centroamericano que habían pasado algunos años en aquel imperio, de acuerdo con la investigadora Christine White. Con ese mismo método, se comprobó la presencia en algunos entierros de varias personas no locales de procedentes de lugares aún desconocidos.
Este señalamiento lo realiza Geoffrey E. Braswell en “Un acercamiento a la interacción entre Kaminaljuyu y el Centro de México durante el Clásico Temprano”, durante el XIII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, en 1999, donde también pone en duda la influencia teotihuacana en la arquitectura, culto mortuorio y alfarería de los kaminaljuyuenses.
 Pero lo verdaderamente valioso para quienes nacimos, vivimos y nos desarrollamos en esta región mesoamericana, principalmente en Soconusco, es saber que tenemos una raíz común, una cultura propia basada en nuestros antepasados mayas y que étnica y culturalmente somos más centroamericanos que cualquier otra denominación.
La dificultad para aceptar esta verdad, estriba, como bien lo apunta la arquéologa Liwy Grazioso, en superar los conceptos de frontera que la modernidad nos impone debido a decisiones políticas que obedecen más a razones militares y económicas que humanísticas.

Nuestro ombligo está en Izapa y es a partir de allí que debemos empezar a unificarnos en Soconusco, para que, ahora como buenos mexicanos, exijamos a nuestro Estado que ponga el interés debido en el rescate de esa zona arqueológica y crear un museo como el de Miraflores en Guatemala-capital, porque no se trata sólo de limpiar ruinas, sino de descubrir nuestro verdadero rostro frente a la historia de la humanidad. 

martes, 3 de diciembre de 2013

EL MAC DE MIS RECUERDOS

El sábado 30 de noviembre de 2013 será un día imperecedero en mi memoria. Viví dos momentos notables aunque antagónicos, pero íntimamente ligados, sobre todo porque los protagonistas fueron dos entrañables amigos míos.
El primero fue el sobradamente merecido homenaje a Marco Aurelio Carballo (El MAC) que Tapachula le ofreció a uno de sus hijos más preciados, en el teatro al aire libre del parque central Miguel Hidalgo. El segundo, el fallecimiento de la madre de los hijos de Gustavo Gonzalí Mayoral (El Gusguz, como lo denominó El MAC), pareja que logró una sólida unión familiar, admirable desde cualquier ángulo que se le vea.
No cabe duda que la realidad supera cualquier ficción. Conocí al Gusguz por “culpa” del MAC. ¿Cómo ocurrió? Se los contaré a vuela pluma.
Cuando emigré de Tapachula luego de infectarme del olor a tinta del periodismo en este Diario del Sur, llegué a la ciudad de México en busca de mejores horizontes laborales. A lo más tenía 24 años de edad y, con la audacia que da la ignorancia, el primer lugar al que acudí a buscar una chambita, aunque fuera de barrendero fue a la revista Siempre!, del maestro José Pagés Llergo. Desde luego que me mandó a la chingada. O sea, fui a parar al diario Novedades de corrector de estilo.
Pasaron los años, no muchos. Inquieto que era, “metido” dijéramos aquí, cayó en mis manos una revista cultural de la Universidad de Guanajuato (¿o era de Aguascalientes, mi querido MAC?), donde leí un cuento breve pero muy largo intitulado Aquellas boinas negras, firmado por un tal Marco Aurelio Carballo, originario de Tapachula. Si en aquella época yo hubiese sido lector de Excélsior, habría sabido que era uno de los reporteros de ese diario. En fin, el caso es que el cuento me cautivó y me propuse seguirle la pista a ese escritor y paisano.
Siguieron pasando los años (jejeje). A inicios de los años ochentas del siglo pasado, ya con una formación más o menos regular, llego a trabajar al diario Unomásuno, de Manuel Becerra Acosta, invitado por Roberto Vallarino, a la sazón editor de la sección cultural de ese periódico a quien conocí, ¿saben cómo?, pues en una juerga de alcohol, mujeres y música.
 Al llegar me enteró que El MAC acaba de pelearse con Becerra Acosta y ya no trabajaba allí. “Puta madre, no logré conocer a mi paisano”, le comenté a Vallarino. “Pendejo –me dijo-, perdiste la oportunidad de empedarte a lo cabrón con él, parece que ya no quiere trabajar en los periódicos, dizque va a ser escritor de tiempo completo, más bien creo que es güevón.”
Otra vez más años. Ojeando una vez la revista Siempre! (la universidad de periodismo para quienes no fuimos a la escuela), descubro que es el cabrón secretario de redacción de la misma y sin pensarlo (otra vez, audacia igual a ignorancia), lo voy a buscar, me recibe, le pido chamba, me mira de arriba abajo y también me manda a la chingada, aunque con elegancia: “No hay vacantes”.
En el inter, regreso a Tapachula y estoy una breve temporada haciendo la Voz de la Costa, bajo la dirección del buen amigo Manuel Quinto González, y es quien me presenta al MAC, y que para entonces yo lo mando a la chingada con un frío “hola”, de cuyo encuentro Carballo tiene una sabrosa Turbocrónica.
Más años. Mi amigo (qepd) Manuel Blanco, en una borrachera (jejeje) me comenta que un cabrón chiapaneco es el mero chingón de El Nacional, dirigido por Enriqueta Cabrera. ¿Quién?, pregunté, pues Marco Aurelio, me contesta. Puta madre, dije. Ahí voy de nuevo. Me vuelve a mandar a la chingada: “Estamos en liquidación, paisano.”    
Al poco tiempo llegó a Excélsior, apadrinado por don Antonio Gutiérrez, el Zeus de los correctores de estilo. Me especializo en traducciones: inglés, francés, portugués e italiano (pero en pies de fotos, jejeje). Para entonces ya publicaba textos en el suplemento cultural a cargo de “el canalla” (así lo calificó el maestro Rafael Cardona) René Avilés Fabila.
Hasta entonces, El MAC distingue la hoja del bosque, cuando un amigo común, don Alfonso Morales Calvo, editor de la revista México (después llamada Chiapas-México, de la cual yo era el redactor), me pide que entreviste a Carballo para la sección de cultura. En ese entonces, Carballo ya era escritor de tiempo completo y el periodismo estaba sepultado. Ambos acuerdan la cita en la cafetería-librería El Parnaso, de Coyoacán. Allá voy. Otra Turbocrónica de ese encuentro.
La entrevista dura más de una hora. La transcribo, me pulo, quiero impresionar a quien me ha mandado a la chingada en repetidas ocasiones, total, tengo todo un medio a mi disposición. Termino. Son 15 cuartillas. De las de antes. Se las leo a mis hijos. “¿Es cierto todo lo que dices de él?”, me cuestionan. Me quedo corto, les respondo encabronado.
Entrego mi entrevista a don Alfonso. “Puta madre, Oscarito, perdóname.”
-¿Qué pasa, mi querido Marqués de Cintalapa?
-Ya no tengo espacio, vendí todas las planas.
-¿Hasta las de cultura?
-Pues sí. Pero no te preocupes, tengo la segunda de forros libre, hazme una síntesis, total, la cultura nadie la lee.
Sí, es cierto lo que piensan. Le menté la madre a mi querido Marqués. Pero no podía quedar mal con El MAC. Entonces hice acopio de mi trabajo de “hueso”. Sinteticé todo en una plana. Cuando la lee Carballo, ya publicada la entrevista, sólo me dice: “Maestro, qué capacidad de síntesis.” Hasta hoy no sé si fue una mentada de madre o un elogio. Sólo él lo sabe.
Después, el cabrón se mete a editor. Publica Marimba, nos pide textos a quienes cree que son dignos que aparecer bajo su batuta. Honda satisfacción, pero fracaso financiero. “No soy empresario”, reconoce.
En este punto conozco a Gonzalí. No en persona. Eso fue después. El Gusguz era su alumno en los talleres que impartía El MAC, patrocinado por el Consejo Estatal de la Cultura y las Artes (Coneculta). Se hacen amigos no por la literatura sino por las pedas que se ponían en La Mesa Redonda, de nuestro amigo Paco Solares.
En una de mis visitas a Tapachula busco a Gonzalí, conectado por Carballo. ¿Qué pasó con Marimba?, cuestiono. Pues quebró, responde. Y ¿ahora, qué? Nada, pero quiero hacer algo que valga la pena, responde. Bien, luego de un cartón de chelas en La Mesa Redonda, convenimos en que edite otra versión de Marimba. Su nombre: Mesa Redonda (jejeje), en teoría la iba a patrocinar el buen Solares. Sólo fue teoría.
Y el Gusguz se lanza. Un éxito, en todos los sentidos. Al año, su salud lo traiciona. Pinche tabaquismo. Hace ya tres años regresé de la ciudad de México. “¿Qué pasó, cabrón?”
-Estoy jodido, pero con ganas de recuperar lo perdido –responde.
-Estás haciendo un suplemento semanal en el Diario del Sur, llamado Raíces.
-Sí, pero es ad honorem.
-Pues recupera a tus clientes de Mesa Redonda y haz Raíces, la revista.
Y sí. Aquí estamos.
Así es el periodismo cultural.
En este homenaje a MAC, organizado por el escritor Oscar Palacios (¿quién más podría ser?, hoy funcionario de Coneculta), no hubo ni un ventilador que alejara los mosquitos y el calor a los invitados, los distinguidos periodistas Guillermo Ibarra y Rafael Cardona, ni al propio Carballo, quebrantado en salud, de parte del sector cultural tapachulteco. No obstante, Tapachula agradece la presencia de estas tres grandes personalidades de la cultura nacional.

PD: Un reconocimiento muy especial a Patricia Zama e hijos, por tolerar nuestras borracheras con El MAC.

martes, 15 de octubre de 2013

Linchamiento público e impune de Grupo Valanci

Hoy me entero que el joven Elnecavé investiga con todos mis conocidos algún dato sucio sobre mi persona, para que "cada 15 minutos" me destroce por radio y publicaciones que tiene a su merced, como acostumbra, por el sólo hecho de reclamar un pago por mi trabajo periodístico, que no "chayo", pues nunca he acostumbrado extorsionar políticos o funcionarios.
A mí me contrató (de palabra) Jacobo Elnecavé para conducir un noticiero en la estación "permisionaria" Bella Música en el 106.7 de FM, mediante un sueldo base de tres mil pesos más el 10 por ciento de lo que generara la publicidad o convenios a través de los periódicos La Voz del Sureste y la Voz de Tapachula. Su objetivo, dijo en su  momento, eran los Ayuntamientos de la Costa chiapaneca, puesto que la estación de radio no puede facturar.
Debido a mi tradicional patología periodística de darle voz a quienes no la tienen y frenar a los que abusan del control de los medios, acepté la oportunidad de revelar la forma tan deshonesta en que se maneja la administración de Samuel Chacón, alcalde de Tapachula. Sabía de antemano que al lograr el Grupo Valanci su objetivo de alcanzar un convenio comercial con la comuna tapachulteca, la exhibición de la corrupción hecha por mi sería cancelada.
Yo esperaba una llamada telefónica en ese tenor, como ocurre en toda empresa que se respete. "Señor, equis funcionario ya no puede ser tocado por razones comerciales". Así se me hizo saber con las figuras de Enrique Peña Nieto, Manuel Velasco Coello y Antonio Díaz Atihé. Como todo profesionista de los medios, acaté las instrucciones.
Desde luego, en el acuerdo nunca se contempló que iba a ser yo el que se manchara las manos, pues mi contrato verbal con la empresa era que ésta me pagaría por un trabajo periodístico real, sin mentiras, sin notas "voladas", sino mostrar la anarquía que prevalece en la administración tapachulteca y la serie de componendas que Chacón tiene con grupos gangsteriles que se hacen llamar "líderes" sociales y que sólo existen en la razón de que los funcionarios les dan prebendas.
Nunca, en el tiempo que estuve al aire, secundé los infundios que Elnecavé decía en su emisión desde Tuxtla Gutiérrez ni lo que publicaba en sus periódicos. Siempre aclaré que era la versión de ellos y yo me concretaba a informar lo que aquí en Tapachula es evidente para  todos y con pruebas inobjetables.
Ahora resulta que Elnecavé me "investiga" para encontrar algo negro y depravado, como ellos acostumbran a comportarse, para lincharme en sus medios. Hasta ahora sus esfuerzos han sido infructuosos. Qué sigan investigando. Allá ellos.
El Grupo Valanci, cuya cabeza debería explicar cómo llegó a una diputación federal, tiene dinero y medios de comunicación que se "empoderaron" durante el régimen del sabinato, que todo mundo sabe cómo se las gastó.
El único capital que yo tengo, pero que ellos no tienen, es el de la ética periodística y el de la moral cívica. Y que desde luego, estoy en la mejor disposición de impartir un taller o seminario al Grupo Valanci, por una módica suma.
Sé que esto es insuficiente ante el poder ensoberbecido, ya lo vivió en carne propia don Belisario Domínguez, Jorge Saldaña, Carmen Aristegui, entre muchos otros. Soy un sencillo periodista que siempre se involucra con las causas perdidas... esas mismas que la historia gana. Y como dice la canción de El Águila Negra, "aquí estoy, para lo que gusten ustedes mandar".

RESPUESTA DE JACOBO ELNECAVÉ Y REVIRE


Sobre su "mensajito" (dice Jacobo):
Buen día, con extrañeza me entero de su "mensajito". En primera instancia porque yo siempre me dirigí a usted con mucho respeto y no entiendo los motivos por los cuáles busca distorsionar la realidad. Le hago algunas precisiones: 

1)Los programas se suspendieron inicialmente por cuestiones técnicas y de calidad. Independientemente que se metía un ruido provocado por la deficiente instalación lo que no fue aceptado por el área de producción. Por cierto, aunque se suspendieron momentáneamente ello no implicaba -hasta antes de su mensaje que nosotros no quisiéramos contar con usted para que una vez que se arreglaran los detalles técnicos se armara el noticiero-
2)Derivado de las responsabilidades que tengo dentro de la empresa tuve que salir y llevo más de 3 semanas en viajes constantes. El de Tapachula se ha retrasado pero para qué iba yo si el equipo que se solicitó no ha llegado que es un híbrido y una consola para mejorar las llamadas que se reciben de parte de la audiencia o de los reporteros.
3)Yo jamás le solicité a usted que buscara un convenio con el Ayuntamiento de Tapachula. Cosa que es completamente falso y tengo testigos. Es decir yo no le debo, ni la empresa, ni un peso de nada. Con claridad le dije que ibamos a iniciar (tengo testigos) y que por el momento no le podíamos dar un sueldo, sin embargo yo le iba a conseguir un apoyo simbólico (no sueldo, por su colaboración en el noticiero). Pero ahora no entiendo por qué escupió hacia arriba cuando de mí sólo recibió atenciones. 
4)Cuando usted me pidió una vez que lo ayudara con la publicación del informe del diputado Neftalí del Toro, lo hice para ayudarle. Aunque a mi me dijeron que usted y Matalí le cobraron al diputado por esa publicación, cosa indebida. 
5)Yo pensando que usted había entendido con precisión lo que estaba sucediendo y que por cuestiones técnicas los programas no salían no me esperaba esa reacción tan baja. En todo caso usted tiene mi celular y en lugar de publicar mentiras en un blog o en Facebook me pudo haber llamado. Yo con gusto le hubiera respondido. Por cierto ayer le dije a Matali que probablemente reiniciabamos del lunes que viene en ocho días.
6)Una vez usted me llamó y me dijo que si la intención era suspender a Gomez Huerta que lo quitaramos y que siguiera usted. Yo no acostumbro a ponerle precio a mis colegas. Eso no es ético como usted me lo sugirió. 
7)No sé qué lo motivó a ofenderme. Pero como periodista y como hombre le aclaro, me lastima haberle otorgado la confianza sin saber la clase de calaña y bajeza con la que me iba a topar. Si quiere mandarme mensajitos, mandeme mil, pero le responderé siempre con el mismo nivel de sus ataques. Le aclaro, que usted inició. Usted tiró la primera piedra. Y si gusta decirme algo, como hombre, me lo puede decir de frente y lo arreglamos. Lo que usted hizo fue un acto de bajeza. Eso de quererme chantajear o "evidenciar" públicamente con mentiras no se vale. 
8)Si usted en algún momento considera que se excedió y lo que publicó fue un exceso. Con gusto platicamos. Soy un ser humano que entiende que a veces la gente puede hacer expresiones que se salen de la congruencia. 
9)Lamento que Matali a quien conocí hace 10 años se haya prestado a estas bajezas junto con usted. 
10) Usted marque qué camino se sigue. Para el que guste estoy a sus ordenes. 

Mi teléfono es 9611595553
sábado 21:28

Mi respuesta:
He cumplido mi palabra, y espero cumpla la suya. Mis respetos, siempre, pase lo que pase.
No soy ni homofóbico ni xenofóbico, tengo larga trayectoria como defensor y gestor de los derechos de todos los diferentes a los heterosexuales. No se equivoque don Jacobo, con todo respeto, lo espero pronto en ésta.
Esto es (era) interno, jovenazo, luego de la charla telefónica que usted grabó: Bien, joven Jacobo. Tengo muchos años en este oficio.
Punto uno: 1) Falso que los programas se suspendieran por problemas técnicos. Conozco el medio. Desde luego que no contarán con su servidor en lo futuro, no lo considero una amenaza, sino un halago. 
2) Sus problemas de ubicuidad son respetables, don Jacobo, pero tenemos las TICs para superar esa dificultad. Usted Nunca las usó, hasta hoy
3) Cierto, nunca pidió que YO buscara un convenio con Chacón. Quienes lo buscaban era usted y su empresa. Yo jamás he sido "chayotero". Si su empresa lograba el convenio publicitario, usted ofreció el 10 por ciento, ya fuera propaganda política o comercial. ¿Cierto o no?
4) Yo nunca le pedí ni he pedido a nadie que me "ayude" a publicar una crónica en ningún medio.Se la envié porque usted quería material local para su publicación, así como le envié otras anteriores que no publicó por razones que sólo usted conoce. Soy amigo del papá de Neftalí, a este muchacho ni lo conozco. Desde luego podrá preguntarles "cuánto les cobré". No respondo por Matalí.
5) Nunca escribo mentiras. Usted habló con Matalí, afirma, ¿era él mi jefe inmediato o Arturo Zea, que parece estar por encima de usted, mi querido Jacobo?
6) Nada que ver. Le dije que no estaba de acuerdo con invitar a Abelino Becerra y esa era decisión de mi amigo Ricardo, yo nada tenía que ver en el tema, sobre todo porque Zea o Valanci exigieron que nos sacaran del aire. Lamento su falta de información. Interrogue a Yang Farrera sobre el tema. 
7) Desde luego estoy dispuesto a responderle, como hombre, en cualquier terreno, pero siempre elijo el de las ideas. Si usted considera que en algún momento menospreció a un colaborador, estoy dispuesto a rectificar y a rendirle honor a quien honor merece, y creo que usted, en lo personal, lo vale.
9) Matalí no es nadie para mí.
10) Sí, marquemos un nuevo camino y que sea fructífero para todos. Un abrazo, maestro.
Escrito después de su llamada telefónica con amenaza de que estaba siendo grabada. Gracias por su atención.


El "mensajito" polémico

Hola don Jacobo: Este mensaje tiene la finalidad de saber si la indiferencia y el menosprecio obedece a una conducta muy propia de usted o bien, si esa es la esencia del comportamiento de su patrón, el empresario Valanci. Después de un mes de realizar el trabajo que nos encomendó al compañero Gómez Huerta y un servidor, para que desde el trabajo profesional periodístico pusiéramos de rodillas a Samuel Chacón con la finalidad de que firmara convenio propagandístico con su empresa, veo con satisfacción que cumplimos el objetivo, pues según fuentes extraoficiales La Voz del Sureste logró un arreglo por encima de los 80 mil pesos mensuales. Me da mucho gusto haber contribuido a lograr el objetivo, sin haber caído en infundios o notas "voladas" como aquella de que Chacón se iba al PRD. En fin, lo grave (para ustedes) es que hayan querido tomarnos el pelo arguyendo desperfectos técnicos en la emisora Bella Música para no informarnos que logrado el objetivo se suspendía nuestra relación. Yo no lo hubiera tomado a mal, pues durante más de 40 años he visto cómo se las gastan quienes se dicen empresarios periodísticos. En fin... el asunto es que como usted varias veces afirmó en nuestra primera entrevista, siempre habla con la verdad, de la misma forma yo le digo que está incumpliendo, usted o su patrón, el compromiso moral y ético que habíamos contraído, o sea, que usted me debe, además de los tres mil pesos simbólicos por el mes al aire, el 10 por ciento sobre el convenio de Chacón con su empresa, porcentaje que a partir de septiembre deberían estarme entregando. Sé de buena fuente que ya buscan a otros colaboradores para que cosechen lo que Gómez Huerta y yo sembramos. Enhorabuena, pero la mínima decencia, es que usted y sólo usted, debe darnos la cara en este asunto, pues de su patrón prefiero mantener "la sana distancia". Un abrazo, maestro.

jueves, 15 de noviembre de 2012

IZAPA, LA DEUDA HISTÓRICA



Gracias a la propaganda sobre el 21-12-12 (veintiuno de diciembre de 2012), grupos milenaristas de diversas orientaciones y basados en interpretaciones silvestres del Nuevo Testamento, añoran un “fin del mundo”, cualquiera que les autentifique su creencia para morir tranquilos. La fecha maya de fin de ciclo es lo suficientemente enigmática para todos.
La expectación que existe en la actualidad sobre la zona arqueológica de Rosario-Izapa, en el municipio de Tuxtla Chico, se debe al debate que sostienen grupos mágico-religiosos sobre el fin del mundo y el momento de nuestro “arrepentimiento”, entendido como sumisión total a un poder divino.
Otra versión del suceso es la de los ciclos en la cuenta de los antiguos y nada mejor para aprovechar el momento y realizar “renacimientos espirituales”.  Muy al margen aparece la otra mirada, la científica.
Para el alcalde tuxtlachiquense, el doctor Mario Humberto Solís Hernández, el asunto es “hacer bulla, llamar la atención” y crear oportunidades de negocio “en beneficio de la región”, afirmó a Raíces.
Se muestra escéptico respecto del apoyo que pueda dar la instancia correspondiente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para mejorar el empuje empresarial en esta oportunidad, debido al ancestral desinterés que ha mostrado hacia esta región arqueológica.
A fin de “rescatar a Izapa” de ese olvido, Solís Hernández apoya el Patronato Izapa de Tuxtla Chico 2012, el cual prepara diferentes actividades artísticas y culturales para que los visitantes cuenten con más opciones. Por cierto, el alcalde informa que el municipio no puede utilizar sencillamente “Izapa 2012”, porque ésta es ya “una marca registrada por un particular”.
Por su parte, el diputado local por el XXIV distrito, con sede en Cacahoatán, Diego Valera Fuentes, también los está apoyando, afirmó el alcalde Solís Hernández, ya que durante una de las primeras sesiones del periodo ordinario de esta LXV Legislatura, pidió el apoyo del Congreso local para impulsar proyectos en esta zona. Pero la solicitud sólo es un conjunto de buenos deseos sin alguna propuesta concreta.
Sobra decir que los diputados chiapanecos que podrían ser escuchados en este tema son los federales, en conjunción con los senadores, pero al parecer el asunto no está en sus agendas exigir la atención del INAH sobre Izapa, ya que hasta la fecha ninguno de ellos ha subido a tribuna a exponer esta problemática.
La idea del “rescate” no es mala, si tomamos en cuenta que Izapa no se encuentra entre las prioridades  del INAH, de acuerdo con lo declarado por Emiliano Gallega Murrieta, delegado con sede en Tuxtla Gutiérrez, apenas el 29 de octubre: “La actividad de exploración se  reanudará el 2013,  una vez que este año se trabajó en templos, parroquias y monumentos históricos, inclusive cementerios”, expresó.
Además, dijo, “continúan los trabajos de restauración en los murales de la tumba descubierta en el edificio 20 de Palenque y las tareas de prospección se retomarán, como así lo permita la instalación de la planta burocrática del nuevo gobierno”. Izapa, como proyecto de investigación no está en los planes del Instituto.
Este funcionario declaró alguna vez, ante integrantes de la Coparmex-Tapachula,  que “la arqueología es cara” y la delegación en Chiapas sólo tuvo acceso este año a siete millones de pesos y esa precariedad no le permite pagar un velador ni mucho menos un arqueólogo investigador para el sitio.
Por su parte, el arqueólogo Horacio Olivares, nuevo administrador del Museo Regional del Soconusco y de Izapa (tomó posesión del cargo el primero de noviembre), dijo que su misión es continuar con el programa del INAH para esta región, o sean mantener la conservación de la zona arqueológica y dar a conocer “las diferentes colecciones con que cuenta el museo”. También, tiene instrucciones, dijo, de apoyar todo lo relacionado a la difusión del conocimiento que se tiene sobre el acontecimiento astronómico previsto por los mayas para el próximo 21 de diciembre.
El nuevo funcionario, originario del Estado de México, pero con más de seis años de trabajar en Chiapas en el área de investigación, fue removido a la administración en Soconusco y uno de sus objetivos es preparar proyectos para futuros trabajos en la zona de Izapa, pero todo dependerá de lo que decidan los nuevos funcionarios que arriben a los cargos de dirección del INAH, comentó Olivares.
Reconoce que Izapa ha estado rezagada en los trabajos de investigación debido a los problemas de tenencia de la tierra y será hasta el año próximo cuando se atienda este problema pero, por lo delicado del tema, considera que será un trámite largo, ya que existen alrededor de 60 propietarios con terrenos de cultivo y, en algunos casos, no está claro quién o quiénes son los auténticos herederos de esos terrenos.
Desinterés histórico
Pero la deuda que tiene el INAH con Soconusco, y en particular con Izapa, es histórica -se le comenta al funcionario-, ya que lo hecho hasta hoy se ha debido a coyunturas políticas, a voluntades de funcionarios o políticos ocasionales y no a programas de largo aliento como los de Palenque, Chichén Itzá y otros.
“En efecto, pero gracias a la atención que sobre el sitio ha provocado el hallazgo del 21-12-12, el Instituto tiene contemplado iniciar la elaboración de proyectos de investigación y, en su momento, ejecutarlos”, responde Olivares. A ello se debe que como administrador en Soconusco el INAH haya nombrado a un arqueólogo con experiencia en investigación, aunque por el momento no se contemple fecha alguna para iniciar los estudios.
Esta estrategia del INAH es congruente con lo declarado por el delegado Gallega Murrieta, al reconocer que, "por la falta de recursos, no se cuenta con arqueólogo adscrito específicamente para trabajar la zona de Izapa, padecemos de un proyecto de investigación para la zona de Izapa; no tengo recursos, no tengo una plaza para contratar un arqueólogo". Entonces, así se explica la remoción de un burócrata, como el anterior administrador, el profesor Rafael Pérez Hernández, cuya gestión osciló entra lo gris y lo francamente oscuro, y colocan ahora a un auténtico arqueólogo-investigador, pero restringido a labores de oficina.
La importancia de la zona de Izapa es relativa, consideran los especialistas. Quizá su máxima atracción arqueológica y paleontológica es ser uno de los sitios más antiguos de la costa, en la que se observa la presencia de las culturas olmeca, maya, teotihuacana y quiché. También es, al parecer, el único lugar donde hay un registro astronómico sobre la alineación de los planetas y que se denomina “cuenta del ciclo largo”, y que los antiguos consideraban el fin de una era y el inicio de otra, pero nada que ver con visiones apocalípticas.
Esto es sólo una especulación, sin bases prospectivas, puesto que de las aproximadamente 250 hectáreas que conforman lo que algunos denominan “el polígono”, sólo 125 han sido inspeccionadas por el INAH desde la existencia de esta entidad (de 1939 a la fecha) y, de ellas, sólo 3.75 hectáreas, el tres por ciento, están a la vista.
El pretexto
El INAH, a través de Gallega Murrieta, ha dicho que su desinterés se debe a la “incertidumbre legal” de los terrenos donde se localiza la zona arqueológica, y que incluso por ello la Secretaría de Comunicaciones y Transportes detuvo la ampliación de la carretera de cuatro carriles hacia frontera Talismán.
Pero el argumento es frágil, ya que también ha reconocido públicamente que: “El problema de la adquisición de estos terrenos no es el precio de las propiedades”, ya que dinero hay para comprarlas, sino que no saben con quién negociar las adquisiciones.
Parece ignorar que cuando el gobierno federal, o el INAH en este caso, considera que es de interés público, para bien del Estado y de la nación, existe el proceso de la expropiación, en casos como esos salen a la luz los auténticos propietarios.
Gallaga Murrieta consideró que el gobierno federal no puede avanzar en el aprovechamiento de este centro turístico debido al número de comuneros que se posesionaron de las tierras desde hace 50 años, cuando no existían normativas que protegieran los vestigios arqueológicos. El colmo de la irresponsabilidad del  INAH se expresa en las palabras de su delegado, al culpar a los aparentes dueños  y cuidadores de Izapa de no abrir las ruinas al público los lunes y martes, evitando que los turistas que arriban en los cruceros conozcan el lugar. Ello contradice la disposición federal de que el Instituto está a cargo del polígono.
Ese argumento resulta falaz, porque el interés nacional prevalece sobre el particular, como debería ocurrir en este caso, sobre todo si el problema no es el de las indemnizaciones. El tema se torna sospechoso, puesto que al parecer se espera que grupos corporativos transnacionales y varios nacionales hagan ofertas de inversión turística en la zona y, hasta entonces, el gobierno federal destrabaría los procesos burocráticos que impiden ese desarrollo.
Entre tanto, es la sociedad civil, representada por empresarios locales, prestadores de servicios, algunas organizaciones no gubernamentales, las que, ante la apatía oficial, se organizan como pueden para ofrecer las mejores condiciones al turismo nacional y extranjero que se espera arribe por esas fechas a la región, estimulando de alguna manera la economía, la cual se encuentra en una grave depresión en el sureste mexicano, y en general en el país, debido a las malas políticas gubernamentales, tanto del ámbito federal como estatal, al favorecer los grandes capitales foráneos y dejar de lado a los locales y regionales.
Todo parece indicar que habrá que esperar otro “ciclo largo”, para que las instituciones federales volteen hacia Izapa en algún momento, y desde luego, si sobrevive el Instituto Nacional de Antropología e Historia al desmantelamiento que de manera intensa ha realizado el Poder Ejecutivo durante los recientes doce años. 

Digresiones sobre el amor y otras mitologías


                                                                                No, no existe el amor, es tan sólo una fábula…
Éxito de César Costa
 de los años 60.

Comenzar con una pregunta no es siempre correcto, pero las circunstancias lo ameritan luego de transcurrida la  primera década de este siglo XXI: ¿Por qué los medios de comunicación masivos (radio, televisión, prensa impresa o digital), dan espacio preferente a los temas llamados “del corazón”,  donde imponen criterios de lo que debe o debería ser el “amor” que venden.
Los ejemplos palmarios son las  telenovelas, las comedias rancheras, las películas rosas (nacionales o extranjeras), la música y canciones, además de la radio comercial orientada a explotar la sensiblería.
Conviene recordar que el concepto entendido en la actualidad como “amor”, es un invento reciente en la historia de la Humanidad, al que algunos estudiosos lo ubican a fines de la Edad Media o principios del Renacimiento, y lo denominan amor cortesano, del cual hay evidencias desde finales del Imperio Romano (400-480).
Nos referimos exclusivamente a Occidente, pues en Oriente la idea sobre lo amoroso tiene otra historia. Nada es de generación espontánea. Del tema, ya los clásicos griegos, Platón entre ellos, hacían bella retórica.
De acuerdo con el filósofo y catedrático de la UNAM, Edgar Morales Flores sobre los orígenes del concepto moderno de “amor”, los explica de este modo:
“El problema de las definiciones en filosofía no es que se carezca de ellas, es que nos enfrentamos a la abundancia de las mismas; esto mismo se aplica al concepto de amor, hay casi tantas definiciones del mismo como filósofos han existido. Sin embargo, yo diría que, en este caso, se pueden reducir a dos principales núcleos semánticos: Eros y Ágape.”
Apunta que el mito es válido para la filosofía occidental, por alimentarse históricamente de dos fuentes culturales básicas: el  pensamiento clásico grecolatino y la matriz judeocristiana.
Las principales discusiones de los griegos alrededor del amor –dice Morales– se centraron en el tema erótico, es decir, en los afectos que partían del impulso hacia los cuerpos bellos, un impulso natural, y lo llevaban al ámbito de lo divino.
De dónde viene
Desde el Australopithecus (hace aproximadamente cuatro millones de años) hasta la aparición del Homo sapiens (entre 40 mil a 50 mil años antes de nuestra Era) la preservación de la especie se rigió mediante la ley de la manada: el macho alfa ejercía su derecho de pernada con las hembras del clan.
Luego, con el desarrollo de la vida sedentaria y la aparición de la agricultura, la invención del matrimonio tuvo razones estrictamente económicas y de alianzas guerreras. Lo que ahora entendemos como “sentimiento platónico” no tenía cabida en la idiosincrasia de aquellas sociedades.
La maestra Ikram Antaki (1948-2000), en la serie de temas que publicó bajo el título de El banquete de Platón, reproduce lo que consigna  este filósofo griego sobre el tema en palabras de Aristófanes:
La naturaleza humana era antaño muy diferente de lo que es hoy. Primero, no había dos sexos, masculino y femenino, sino tres; el tercero participando de los otros dos. No tiene nombre hoy porque ha desaparecido, pero entonces era el andrógino… Zeus dijo: voy a dividir en dos a cada uno. Zeus procede a la división. Cada uno de nosotros sólo es una fracción de un ser humano; de uno solo se hicieron dos y cada uno no cesa de buscar su fracción complementaria. Todos aquellos que tienen una parte del ser mixto que se llamaba andrógino, aman a las mujeres si son hombres y a los hombres si son mujeres. Las mujeres que son parte de las mujeres primitivas no gustan de los hombres y los hombres que son parte del macho primitivo persiguen a los hombres.  
Morales, por su parte, acota: “Así tenemos, por ejemplo, a Platón, para quien el amor es el producto de una tensión entre la abundancia y la necesidad, de ahí su plenitud pero también su carencia: el amor es análogo al deseo que busca completar su satisfacción, pero cuya dinámica existencial es terriblemente agotadora por el proceso de búsqueda que supone”.
Pero el uso que hace Platón de las palabras “amor” y “alma” en su Banquete, es sospechoso, para no calificarlo de tendencioso.
“Por otro lado, la noción cristiana de ágape refiere más bien al ámbito de la gracia divina, su modelo es la plenitud y perfección del amor de Dios hacia los hombres, amor inmerecido que se otorga sin condiciones a quien incluso lo desprecia, el patetismo propio de esta noción cristiana tiene su precisa iconografía en la crucifixión del hijo de Dios, sangrando por su insensato amor a los hombres. Estas son las dos fuentes que rigen las principales acepciones del amor en Occidente, la noción ascendente de Eros, demasiado humana, estética y extática, y la noción de Ágape, divina, perfecta, compasiva y ética”, precisa Morales.
Se podría considerar que esta es la raíz para manipular la idea original del amor: un deseo que busca su satisfacción y en ella imprime sus huellas existenciales, dolorosas o placenteras. Un invento terrible, pero eficaz, como los dragones.
Amor es…
¿A qué se debe que un reducido grupo de poder nos quiera adoctrinar de manera particular sobre la orientación de los sentimientos básicos de nuestra especie?
Los antecedentes podemos rastrearlos desde el Concilio de Elvira (entre 314-324), cuando se dictan 81 cánones, todos disciplinarios,  para “restaurar” los principios del catolicismo. Entre los temas destacan los relativos al celibato del clero, la institución de las vírgenes consagradas, referencias al uso de imágenes, a las relaciones con paganos, judíos y herejes, reglas sobre el matrimonio, bautismo, ayuno, excomunión, enterramiento, usura, vigilias o cumplimiento de la obligación de asistir a misa. Todo ello apenas transcurridos pocos años del Edicto de Milán, firmado por los emperadores romanos Constantino I y Licinio (Occidente y Oriente, respectivamente), en el que toleran a la secta cristiana.
Poco después, en 325, en Nicea, Constantino da estatuto de legitimidad a la Iglesia Cristiana, y ya en el lecho de muerte acepta ser bautizado. Desde antes que Constantino se aliara con los cristianos para fortalecer su imperio ya decadente, la Iglesia Católica inició la imposición, por todos los medios, de lo que ellos consideraban “moral”.
En todos esos siglos nunca se mencionó la palabra amor para referirse a las relaciones sexuales, sino a una sencilla satisfacción de los deseos placenteros. No era elemento a considerar para la realización de matrimonios, alianzas o concubinatos, puesto que el origen de éstos era estrictamente económico, reproductivo y de acumulación de poder, ya fuera bélico, político o eclesiástico.
La conducta de los antiguos jerarcas no parece diferir de la de los actuales, controladores además de los grandes medios de comunicación. Con los avances tecnológicos de nuestra época, los grupos de poder económico, político y eclesiásticos, continúan diciéndonos cómo debemos nacer, amar, formar familia, sufrir, gozar y morir.
Sin embargo, algo se les escapa de control. ¿Se debe acaso a lo que algunos llaman “condición humana”, para hacer referencia a la rebeldía y la curiosidad?
Ni siquiera Platón parece llegar a un acuerdo definitivo en lo tocante a las implicaciones existenciales de “lo erótico”, por ejemplo, en el Banquete defiende la autosatisfacción socrática, capaz de desprenderse de toda afección que pudiera desfigurar la belleza del alma. En cambio en otro de sus diálogos (Fedro), defiende la noción del rapto erótico que implica una serie de desfiguros patéticos para “el alma”: desasosiego, dolor, locura.
Mala fe o subversión 
Es cierto que, en la actualidad, es raro que alguien plantee la pregunta de por qué debemos aceptar un modelo de vida con menos de dos mil años de vigencia, contra los más de 40 mil de constante desarrollo de las civilizaciones de la Humanidad. Todo imperio tiene ciclos, quizá el del Cristianismo, en todas sus modalidades, comienza a entrar en decadencia.
La paradoja aparece cuando los grupos hegemónicos y oligárquicos, hacen suyas las estrategias vaticanas para implantar los arquetipos, en sus medios masivos, de lo que debe ser el amor, sus diferentes manifestaciones, y quiénes merecen gozarlo o sufrirlo. El asunto parece nimio, pero en realidad es la base de la educación de una sociedad, en este caso de consumo y desperdicio, lo cual sólo favorece a un sector, el que está en la punta de la pirámide social.
Buscar la respuesta a preguntas específicas sobre la programación y contenidos de las televisoras, de las películas, de los programas de radio y de los espectáculos, que se centran en las banalidades del sentimentalismo, deja expuestos los motivos manipuladores de esos corporativos y sus alianzas político-religiosas. Promover la subcultura del narco, por ejemplo, mediante bandas gruperas y vestimenta a tono, mientras se desgarran las vestiduras en los noticieros por la violencia que genera ese sector económico, resulta hipócrita.
Esto ha llevado a lo que los especialistas llaman ahora “desintegración del tejido social”, que en países como México tiene repercusiones profundas. Desde otra perspectiva, dada la decadencia cultural de Occidente, esa desintegración no es otra cosa que regresar a los orígenes: la formación de clanes, tribus, comunidades aisladas, sectas de todo tipo, para satisfacer el instinto natural del hombre, el de la protección de la manada, la satisfacción de sus deseos básicos y la del rechazo a lo diferente. Subvertir el orden impuesto es la reacción.
El amor, el alma y el espíritu, conceptos encapsulados en el corazón, son tan insustanciales como, cielo, infierno y purgatorio, pero inciden en el centro de las emociones.
La manipulación de ideas indemostrables sólo es posible ante la ignorancia de los muchos y el conocimiento de pocos. Por ello no debe extrañar que los grupos del poder impidan una educación integral, frenen la buena lectura e impulsen aquella sólo para identificar marcas de productos, además de evitar la educación emocional, la cual da elementos para enfrentar agresiones de este tipo.