martes, 16 de noviembre de 2010

Volando bajo IV

“Recordar es vivir o añoranzas de un huacalero” intituló don Enrique Zamora García a un conjunto de anécdotas y versos que ha publicado en forma de libro y que fue presentado el 16 de noviembre, a las 10 de la mañana en el aula magna del Instituto Tecnológico de Tapachula.
El de la tecla fue invitado para comentarlo. El libro es una edición casera, pagada con los ahorros de una de las hijas de don Enrique, para darle ese regalo y satisfacción al cumplir los 82 años de vida. A pesar de lo rudimentario, o quizá por ello, la edición, el catálogo de recuerdos, observaciones y rimas es una auténtica joya para quienes aún tenemos vagos recuerdos del Tapachula antiguo y que para algunos resulta romántico, pero, para otros más, es una dura espina al ver qué poco hemos avanzado y el llamado progreso ha hecho trizas nuestra mayor riqueza: el medio ambiente silvestre y exuberante.
Aun cuando tenemos una diferencia de 23 años tomando como punto de partida nuestros respectivos nacimientos, las descripciones que hace don Enrique Zamora (nada que ver con el director de El Orbe), del Tapachula de los años 30, 40 y 50 del siglo pasado es bastante pormenorizada y debo alabar su prodigiosa memoria al recordar una gran cantidad de nombres de aquellas generaciones, incluso de sus profesores y compañeros de estudio en la primaria Leona Vicario.
Para quienes les gusta la crónica, en esta modesta pero significativa obra hallarán una fuente inapreciable de datos para la reconstrucción de muchos aspectos de la vida primera de lo que se llegó a calificar como La Perla del Soconusco, dada la pujanza que el cultivo del café dio a la región, liderados por toda una generación de inmigrantes alemanes, italianos, irlandeses y españoles.
Zamora García no es escritor ni pretende serlo. Simplemente, como él afirma, "son mis recuerdos y añoranzas", pero lo hace con tal galanura, con suave fluidez, que el lector apenas repara en los errores de sintaxis y redacción que harían las delicias de los críticos literarios.
Acompañan al texto hermosas fotografías que uno hubiera deseado mejores reproducciones, más amplias, más trabajadas en el taller. Pero como ocurre con aquellas personas alejadas de los influyentes dictadores oficiales y oficiosos de la cultura, todo aquí en nuestro querido terruño tiene que hacerse en el esfuerzo aislado, materializar solos nuestros sueños privados aunque incluyan e incumban a todos.
¿Cuántos saben hoy quién trajo la energía eléctrica o el primer bloque de hielo? Parece algo sencillo, pero estoy seguro que nadie, ni profesores ni alumnos, de algún centro de estudios de esta ciudad conocen el dato. Si así fuera, ya tendríamos contra la pared a la Comisión Federal de Electricidad para que frenara su locura tarifaria en la región.
¿De dónde salió el Coatancito? ¿Cuál fue el primer taller mecánico? ¿Cuál es el antecedente del ahora pretensioso Puerto Chiapas? ¿Cuál era el recorrido de los primeros tranvías y cómo eran movidos? Todo está allí, amenamente descrito por don Enrique, así como las principales fincas cafetaleras y ganaderas que retratan un modo de vivir que marcó a las generaciones posteriores y que de alguna manera conformó lo que hoy llamamos “clase política” huacalera.
Finalmente, y muy a tono con nuestra realidad, pongo punto final a este comentario con algunos versos de don Enrique Zamora García, a lo que tituló“Adiós Tapachula”:

Ya me voy de Tapachula,
pues estoy decepcionado,
de ver tanta gente chula,
pero también gente nula.
Autoridades se van,
y autoridades vienen,
todos prometen su bien,
pero bien la descomponen.
Hay baches por todos lados,
la basura en bendición,
delincuencia al por mayor,
hijos de la corrupción…

Volando bajo III

Ciencia y tecnología no son temas populares en el ámbito chiapaneco y mucho menos en el Soconusco. Tapachula es un monumento viviente del divorcio que prevalece entre la sociedad y la academia.
Para consuelo de los tapachultecos, el desprecio a la educación y cultura no es un rasgo exclusivo de nosotros. Incluso en ciudades que presumen de contar con los mejores centros académicos, de investigación y culturales del país, como lo serían el Distrito Federal, Monterrey o Guadalajara, padecen el mismo síndrome, aunque de modo más disfrazado.
A los pocos que siempre nos ha preocupado esta situación, ya sea radicando aquí en el lar o lejos por necesidades profesionales, nunca hemos desistido de la idea ni de los empeños por comenzar a tender puentes sobre esos abismos. Tapachula, y la costa toda, merece mejores oportunidades.
En este yermo han comenzado a crecer algunas esperanzas. A diferencia de hace 20 o 30 años, ahora vemos hasta 18 instituciones de estudios superiores que comienzan a echar raíces en busca de aguas profundas que les permitan florecer y dar frutos jugosos a la región y al estado. Hasta ahora, dado las graves fallas estructurales de nuestra organización como nación, las cosechas son magras.
Por ello resulta de importancia vital el proyecto que intenta llevar a cabo el Instituto Tecnológico de Tapachula, gracias al entusiasmo que muestra su nuevo director, el Ing. Miguel del Cid y el grupo de ciudadanos que han conformado un grupo de vinculación entre la academia y las necesidades reales de desarrollo regional.
En ese contexto tuvo lugar, en días pasados, la llamada Caravana de Emprendedores, que promueve el gobierno federal por todo el país en el ámbito de las universidades. La intención, dicen, es enseñar a los futuros profesionales cómo desarrollar sus propias empresas para que no se frustren al salir de las aulas con sus flamantes títulos y no encuentren dónde aplicar sus conocimientos.
La idea, planteada así, parece buena, incluso genial. Pero dado que tengo memoria, esto me suena mucho al proyecto foxiano de “tele, changarro y vocho”. Como hasta ahora el panismo hecho gobierno no hace más que avanzar en el desmantelamiento del Estado nacional iniciado por el priismo neoliberal, este tipo de mecanismos que se anuncian como la solución al problema del crecimiento económico y combate al desempleo, parecen más un recurso para que los gobernantes eludan las responsabilidades políticas que asumieron al llegar a esos puestos de elección. El ejemplo más notorio de este esquema es la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, junto con el Sindicato Mexicano de Electricistas, y la forma en que está diseñada la Comisión Federal de Electricidad: perfectamente concebida para que “truene” en poco tiempo, al igual que Petróleos Mexicanos.
Y como lo digo al principio, Tapachula es ejemplo vivo de esta desvinculación entre el conocimiento científico y su propia existencia. La tragedia que provocó el huracán Stan hace cinco años se ha venido repitiendo en diferentes lugares del país. Las noticias sobre estos hechos ya no nos sorprenden. Se han vuelto repetitivas. La clase política, irresponsable y cínica como siempre, ahora tiene de pretexto el cambio climático para eludir responsabilidades.
Pero la verdad, de acuerdo con investigadores y especialistas serios, es la total ausencia de planeación de las ciudades y los intereses perversos de quienes están en los diferentes niveles de la administración pública.
El catálogo de errores y malos manejos más documentado es la propia ciudad de México, donde la demagogia ha pretendido ser la argamasa que le dé sustento a la urbe. El fracaso es total.
Tapachula ha crecido bajo la misma consigna. No cuenta con un sistema de drenaje profundo, no tiene planeación vial, no hay recuperación ni tratamiento de aguas negras ni pluviales; la basura se acumula en cualquier parte, sin tener en cuenta que es fuente de riqueza y de energéticos baratos a largo plazo. La infraestructura para que esta ciudad sea sustentable dentro de 25 años ni siquiera está en los sueños de quienes se hacen pedazos por llegar al poder. En este horizonte el panorama es desolador.
La inteligencia, junto con la imaginación es la única salida. Por ello cobra relevancia el papel protagónico que se intenta darle al Tecnológico de Tapachula, con la participación y apoyo de otras instancias universitarias bien intencionadas, centros de investigación y asociaciones civiles de carácter altruista. Lo menos que podemos hacer los tapachultecos de honor, es apoyarlos.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Volando bajo II

El anuncio hecho por el presidente Felipe Calderón y Daniel Karam sobre la situación desastrosa en las finanzas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), este miércoles, resulta en verdad injuriosa para todos los mexicanos, incluso para quienes no somos derechohabientes activos.
El tono jubiloso, incluso a enjundioso, con que ambos personajes confirmaron que el Seguro Social es un enfermo desahuciado, en plena fase terminal, pero que invitan “a todos los sectores” a proponer soluciones, realmente merece que la sociedad en general sepa la clase de crimen que ellos presentan como reto a lo que llaman “administración pública”.
Daniel Karam dice que la quiebra del IMSS se debe a que no se hicieron las reformas estructurales a la institución en tiempo y forma. Pero ni él ni Calderón dijeron una sola palabra sobre las necesarias y lógicas consecuencias penales sobre quienes han saqueado los recursos que deberían estar en las arcas del Seguro Social.
Todos deberíamos saber que desde el gobierno de Luis Echeverría hasta hoy se comenzó a desmantelar al Estado mexicano nacido del movimiento revolucionario de 1910 y cuya premisa principal era la “justicia social”. Incluso este concepto aparecía en el logotipo del PRI, borrado luego en la era de Carlos Salinas y sustituido por la palabra “solidaridad”.
También deberíamos recordar que el PAN fue creado con el único propósito de oponerse, en el terreno político y amancebado con la jerarquía católica, a todas las reivindicaciones sociales que dieron origen al movimiento armado.
Como no podemos viajar en el tiempo, Calderón y Karam, por lo menos, debería llevar a juicios penales a los tres últimos directores del Seguro Social, particularmente a Juan Francisco Molinar Horcasitas, pues en acciones típicas de la delincuencia organizada, aunque tenga cuello blanco, tomó dinero del IMSS y lo metió a la ruleta bursátil.
El 20 de julio, la revista Proceso descubrió que 500 millones de pesos del Fondo de Reservas fueron desfalcados por Molinar para jugar al inversionista en empresas que, de antemano, se sabía estaban destinadas al fracaso.
Los miembros del Congreso de la Unión también son cómplices en este asunto, pues Gabriel Reyes Orona, procurador fiscal de la Federación en la era de Vicente Fox y hoy presidente de Transparencia Nacional, entregó a la Cámara de Diputados, el 24 de junio, las pruebas del robo y pedía un juicio político y el desafuero contra Molinar Horcasitas, actual secretario de Comunicaciones y Transportes.
Según Reyes Orona, publicó Proceso, “la operación irregular –ideada por el entonces responsable de Finanzas y actual director general del IMSS, Daniel Karam Toumeh– consistió en que por lo menos 500 millones de pesos fueron utilizados para jugar en la bolsa de valores en inversiones riesgosas y altamente especulativas”, pero en realidad se sospecha que la cantidad asciende a miles de millones de pesos.
El exprocurador fiscal declaró al semanario que “en 2006 el IMSS usó 500 millones de pesos para comprar bonos emitidos por Metrofinanciera –una sociedad financiera de objeto múltiple (sofom)– en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) con la intención de obtener ganancias adicionales. En 2008 esa empresa comenzó a tener problemas de liquidez y en junio de 2010 llegó a la quiebra, por lo que hoy no tiene recursos para devolver el dinero a sus inversionistas”.
Un agravante más es que la legislación no permite operaciones financieras de este tipo a ninguna paraestatal ni organismos descentralizados. Está claro: Molinar Horcasitas y Karam, quizá con la aprobación de su jefe inmediato, Calderón, violaron la ley y, por ende, cometieron un delito grave, que no alcanza fianza en ningún caso, con todo conocimiento de causa.
Con la desfachatez que ha caracterizado al gobierno de Calderón, ahora nos dice con gran entusiasmo que el IMSS será inviable dentro de cinco años y le pide a los mexicanos que ofrezcamos soluciones, que no nos achiquemos ante los retos, que le “echemos ganas”, quizá como él lo hace en su guerrita contra el narco, que tan buen negocio le ha resultado con sus asociados norteamericanos.
Comentó el colega Rafael Cardona , la noche de este miércoles también, en Telefórmula, que por menos estuvo a punto de iniciarse otra revolución francesa contra Sarkosy al intentar reducir la edad de jubilación, y que Obama ha recibido un brutal golpe electoral en los comicios electorales de esta semana en Estados Unidos, por incumplir tareas en el terreno de la seguridad social.
En México, toda la clase política está preocupada por llevarse la tajada más grande del botín, ya sea en los municipios, en los estados o en la federación. Bonitos festejos del bicentenario y del centenario estamos teniendo. Aleluya.

lunes, 25 de octubre de 2010

Volando bajo

Llegar a colaborar en un diario tan popular y respetado por la opinión pública implica un gran reto y una enorme responsabilidad, incluso para periodistas que, como el de la tecla, ya ha transitado por cuatro décadas en estos menesteres. Agradezco la hospitalidad que me brindan los hermanos Zamora, viejos conocidos desde los años mozos de la secundaria. Espero no defraudar esa confianza ni la de los lectores de El Orbe, el cual se ha convertido en un faro sui géneris en esta región del Soconusco, pues es guía de la sociedad costeña, inmersa en el escabroso mar de la manipulación informativa.
En este espacio intentaremos hacer vuelos rasantes, a muy baja altura, pues, sobre los diferentes tópicos en que se desenvuelve nuestra sociedad, usted y yo, que como hombres comunes no tenemos impunidad para abusar de la cosa pública y no deseamos ser cómplices mediante el cómodo silencio o la indiferencia.
Por ello, considero pertinente comenzar estos comentarios con un tema de especial relevancia para los tapachultecos. Pronto habrá relevo de nombres, que no de políticas, en el directorio de la administración del ayuntamiento. Se va un equipo de hombres y mujeres que se ganó a pulso el desprecio de los ciudadanos, el cual, aunque no fue elegido para que ocupar esos cargos, si lo avalamos con el sufragio emitido hace ya tres años.
Parecerá desconcertante la afirmación de que “no los elegimos” y sí votamos por el grupo que encabezó Ezequiel Orduña Morga, cuyo mote de El Cheque, ahora es materia de chistes crueles y de duro escarnio entre la población, que salpica incluso a sus familiares. Dicen los politólogos de café (ya sea en Los Jarrones o en Los Comales), que los políticos gozan de fama sólo unos instantes y la vergüenza los persigue toda la vida. Claro, hay excepciones, pero Orduña seguramente no será una de éstas.
El desinterés asaz, rayano en el cinismo del aún alcalde tapachulteco, tiene su raíz en la afirmación de líneas antes: no fueron los ciudadanos de Tapachula quienes lo eligieron, sino el dedo de un amigo, o mejor, de un cómplice, para que hiciera de la administración municipal un negocio muy particular. Ante el desolado páramo en el que deambulan los integrantes de la llamada clase política local, los votantes sufragaron, en su momento, por “el menos peor”, se dijo hace tres años. ¡Oh decepción!, parece que el ejemplo de Fox no fue asimilado por la ciudadanía. Votaron por el más chistosito.
El sustituto de Orduña, Emmanuel Nivón, es un joven que apareció en el panorama político, dentro de las filas del PAN, por generación espontánea. No tiene trayectoria, carece de trabajo social, no ha dirigido ninguna agrupación, bueno, ni siquiera una banda grupera, aunque su look lo emparenta con esa clase de músicos.
Gente allegada a su equipo afirma que fue elegido por otro dedo, tan efímero como él mismo, tan sólo para que cubra el expediente durante 20 meses. Ese lapso durará su presencia en Palacio Municipal. No hay compromiso ciudadano, salvo que él mismo demuestre que va a administrar el municipio para que no quede peor de lo que está o nade de muertito, quizá en espera de que lo premien con una diputación local.
Los ciudadanos no tenemos motivos reales para esperar algo diferente, aunque, como el ser humano es tan impredecible, y porque andamos volando bajo, tengamos que tomar altura, en algún momento, para no chocar con la torre de nuestros prejuicios.
Nivón tiene una oportunidad, muy pequeña, es cierto, de hacer algo por el pueblo donde nació. Si desea hacer carrera política, esta es la ocasión. Si, por el contrario, sigue el ejemplo de quienes lo acuerpan, de seguro no llegará lejos.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Un Soconusco para mis descendientes

LO NUESTRO: Tapachula, y el Soconusco en general, vive una Era terrible. Aquí, excepto para unos cuantos, el tema de la seguridad y la “guerra” de Felipe Calderón no quita el sueño a la mayoría de ciudadanos. Lo que no la deja dormir es cómo llevar el pan diario de cada día a su familia.


El asunto económico es lo que asuela toda la región y en particular a Tapachula, que bien puede decirse es “zona de desastre” por el desplome productivo de la región, la falta de generación de empleos formales y la ausencia de una clase política a la altura de los problemas que aquí se viven.

Esta ciudad fronteriza crece a pasos agigantados sin orden ni sustento. El crecimiento demográfico es explosivo y se agrava con la enorme ola inmigrante centro y sudamericana. Es sabido que una gran proporción se queda a radicar en la región, pero otra, no tan numerosa pero que diario rebasa las cinco mil personas, trabaja en el área económica de Tapachula, la cual abarca los 16 municipios del Soconusco, para regresar a sus domicilios en la vecina Guatemala, ya sea diario o semanalmente.

Presencié hace unas cuantas noches una vista sobrecogedora desde el puente internacional sobre el río Suchiate. Había ido a Ciudad Hidalgo invitado, por un colega, movido por el interés que me despertó un comentario que hizo, entre ron y cerveza: “¿Te acuerdas de la película Marabunta, aquella donde voraces hormigas arrasan todo a su paso y sólo Charlton Heston es capaz de vencerlas? Pues así se ve atravesar el río a los hermanos de Guatemala todas las madrugadas y noches, que van y regresan de trabajar”.

Como noté cierto resentimiento en su comentario, lo juzgué exagerado. “Quiero verlo”, le dije. “Te llevo a mi casa pa´ que veas”, respondió.

Eran las ocho de la noche del segundo miércoles de agosto, aproximadamente, la oscuridad aún no era total. Pronto, una inmensa mancha negra cubrió varios cientos de metros el cauce del Suchiate. Uno que otro destello luminoso delataba el movimiento de la mancha, de México hacia Guatemala.

Sin percatarme de dónde, mi colega sacó unos binoculares y me los entregó. Eran con visión nocturna. “Han de ser chinos, con seguridad”, pensé. Luego enfoqué y el espectáculo fue impresionante. Cientos, miles de guatemaltecos, muchos llevando en hombros sus bicicletas, avanzaban hacia la ribera opuesta. Los destellos eran las linternas que algunos sostenían arriba de sus cabezas.

“Ya ves”, comentó mi colega. “Nada de lo que digan o hagan los políticos o las autoridades mexicanas podrá frenar este fenómeno. Ningún reportaje que hagan sobre La Bestia (el tren), o de la corrupción de los agentes de Migración o Aduanas, o de todas las policías o de la actividad del crimen organizado en este negocio será suficiente para tomar conciencia del tamaño del problema. La respuesta tiene que estar en otro lado”, expresó mi amigo con pesadumbre.

LO AJENO: La violencia asesina que padece la frontera norte mexicana parece ser el espejo donde se ve el sur. En éste, la similitud de las étnicas y de la población mestiza, aún diluye el racismo, la xenofobia y la discriminación que prevalece en la población gringa.

Sin embargo, ya empiezan a emerger sentimientos de esa naturaleza , muy propios del alma humana, entre comerciantes, trabajadores, empresarios, en general en la población. Sienten que están siendo desplazados por los numerosos inmigrantes. Suponen que les están quitando el pan de la boca.

Pocos, quizá demasiado pocos, se percatan, como dijo mi colega, de que las respuestas se encuentran en otro lado. Se les dificulta ver en dónde se encuentran las causas de esta problemática. Como ya han dicho hasta la saciedad los expertos, el modelo económico que nos imponen las grandes potencias ya está agotado, sólo sirve para que la riqueza se siga concentrando en los mismos de siempre.

La humanidad se encuentra, como pocas veces, en una encrucijada. Ni las religiones ni la política nos dirán que camino tomar. Sólo el conocimiento, la información, la educación podrá llevarnos por la vía correcta, pero si el sistema sigue siendo excluyente para la mayoría, el futuro a corto plazo no parece prometedor.

Se impone una reacción inteligente, razonada, civilizada, desde abajo. Difícil, sí, mas no imposible. Cada uno debemos empezar por lo inmediato, nuestro entorno particular. Por lo pronto, yo ya empecé. Lo que me quede de vida lo dedicaré a la promoción de la cultura en mi ámbito de comunicador, en el señalamiento de los yerres y las posibilidades de corregirlos, como periodista. Lo que logre, será para mis hijos y mis nietos.

jueves, 19 de agosto de 2010

EL REGRESO

LO NUESTRO. Todos los regresos son controversiales. Más cuando una ausencia de casi 40 años es producto del autodestierro. El exilio voluntario de la tierra natal tiene muchas causales. En mi caso fue la búsqueda de nuevos horizontes.
He regresado a Tapachula por mis padres, a compartir el último tramo de nuestras existencias juntos. Es un privilegio que pocos podemos darnos.
Veo con tristeza que mi pueblo sigue padeciendo los mismos defectos de cuando lo abandoné: políticos corruptos, mentalidad aldeana de la mayoría de las personas del poder económico y de los fácticos, miseria espiritual de la mayoría capitaneada por los príncipes de las iglesias de todas las denominaciones. A esto se ha agregado, en las últimas cuatro décadas la explosión demográfica tanto local como la generada por la inmigración centroamericana, sin que aporte, como ocurre en Estados Unidos con la mexicana, algo positivo.
La ciudad, el municipio en su totalidad, sigue inmerso en la incivilidad, aquí el supuesto avance democrático de México no significa nada. La ciudad es un rancho grande. No se cuenta con un sistema de drenaje que incluya el tratamiento de aguas negras, ni siquiera se imagina la recuperación de las aguas pluviales para los meses de “vacas flacas”; el equilibrio ecológico y medidas ambientales precautorias ni siquiera figuran en el papel de la demagogia oficial. Los otrora bellos y caudalosos ríos que rodeaban Tapachula son drenajes malolientes.
La gran cantidad de jóvenes que egresan de las universidades de la región salen a encontrarse de lleno con el desempleo o subocupaciones frustrantes. La industria, la agricultura y la ganadería, son prácticamente inexistentes. Aquello que pregonara como divisa de gobierno Juan Sabines Guerreo, nunca se llevó a cabo. El sabinismo que tanto quisimos los chiapanecos de mi generación y anteriores, gracias al trabajo político de don Juan y al arte de su hermano Jaime, hoy es aborrecido.
En fin, el regreso, de algún modo, y sin ambiciones desmesuradas, sino legítimas, implica compromiso con el terruño. Queremos aportar nuestra experiencia acumulada, nuestros buenos sentimientos, el amor a mis padres, y desde luego, a mis hijos.
LO AJENO. Conocer de cerca la desgracia que asuela a los pueblos hermanos de Centroamérica destiempla los nervios más acerados. El poder del imperio estadounidense ha logrado hacer de esos hombres y mujeres una especie de zombies, que sólo se desplazan por instinto de sobreviencia, como hienas que caen sobre la carroña para lograr llegar al día siguiente con vida. México ya no es la esperanza ni el camino al “american dream”, ahora es la presa, la víctima que hay que aprovechar mientras se encuentra sumida en una dizque guerra contra un narcoterrorismo impulsado desde las altas esferas del poder estadounidense y del mexicano. Espero que este escenario empiece a cambiar a partir del 2012, sean quien llegue a Los Pinos.

martes, 27 de julio de 2010

The Maldition Company y su cabaña

Tapachula, a diferencia de Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas, siempre ha sido marginada por los gobiernos centrales, ya sean del estado o federal. La razón es simple: las “fuerzas vivas” huacaleras le tienen pavor a todo lo que ponga en riesgo su posición privilegiada, el control absoluto de la vida económica de la región. Mientras más inculta es la sociedad, es más manejable.
Prueba de ello fue que el único intento que se intentó llevar a cabo (en la segunda mitad de los años 80 hasta la fecha), de un proyecto inteligente y amplio, encabezado por el actor y promotor cultural Juan Pablo de los Santos, cuando estuvo a cargo de lo que se conoce como Casa de la Cultura del Soconusco, fue atacado ferozmente por las fuerzas oscurantistas de la localidad hasta anularlo.
Es por ello que aún hoy, con una densa población cosmopolita, Tapachula no cuenta con escuela de actores, de artes plásticas, de música ni biblioteca respetable. Quienes eligen los caminos del arte tienen que emigrar o cultivarse de manera silvestre. La tragedia más reciente fue la cancelación de los talleres de creación literaria que impartía nuestro paisano Marco Aurelio Carballo.
Pero me referiré en concreto a la música. La región del Soconusco ha sido pródiga en músicos, casi todos de oído. En particular, a finales de los 60 y principio de la década del 70, cuando la marimba entró en franca decadencia por el embate de la modernidad, surgieron una gran cantidad de bandas rockeras entre las que destacaron The Union Five y The Maldition Company.
Esta última estaba integrada por tres muchachos que habían pasado una temporada en el Conservatorio de Morelia: Quique Chalons, Pepe Anaya y un tal René. Extraordinarios músicos a los que en su última etapa se les unió el trompetista Tito El Huixtleco, que el charanguero Roberto Torres se lo llevó cuando lo oyó tocar en el antro que había en los altos de Los Comales.
La falta de oportunidades y el círculo vicioso que ahoga a Tapachula no permitió que The Maldition Company brillara como se lo merecía. No sé si hicieron composiciones propias, pero talento no les faltaba.
El grupo tenía una cabaña de otates en una vecidad de la Segunda Sur, a la altura de las oficinas del viejo diario El Sol del Soconusco. Era su estudio y refugio, en donde todos los que queríamos escuchar buena música teníamos las puertas abiertas. Su vida fue efímera.
Mención especial merece Carlos Betanzos, requinto, vocalista, saxofonista de The Union Five, quien tuvo que emigrar, dicen que a Los Ángeles, en busca de fortuna. Nunca más se volvió a saber de él.
Tapachula no merece un destino así, pero nada debemos esperar de “las fuerzas vivas” o de los buitres con disfraz de políticos mientras la sociedad permanezca en la molicie.

Las posibles influencias de Monsiváis

Una vez pasada la euforia febril que provocó entre la gente la muerte del periodista y escritor Carlos Monsiváis, acaecida el 19 de junio, llevando a muchos al extremo de declararse “más papistas que el Papa”, bueno es buscar algunas de las influencias más inmediatas que tuvo, particularmente en su columna Por mi madre, bohemios.
Corría el año de 1965 cuando yo estudiaba el primer grado en la secundaria federal Constitución, la cual por cierto estrenaba el edificio donde ahora se encuentra. El profesor Filadelfo García (de grata memoria) nos pidió que escribiéramos un artículo para el periódico escolar que él coordinaba, y si la memoria no me falla, se llamaba La Antorcha.
Fue así como me puse revisar entre las publicaciones que habían en mi casa, que no eran muchas pero sí sustanciosas: Sucesos para todos, Siempre, Selecciones y el diario Excélsior, que se compraba por kilo para envolver abarrotes en la tienda familiar.
De inmediato me capturaron dos columnas de Excélsior, ambas por su estilo desenfadado y su humor cáustico: Perlas japonesas, firmada por Nikito Nipongo, y Temas del día, por Manuel Seyde, ésta en la sección deportiva. En Siempre me llamó la atención los estilos de Renato Leduc, con su Semana inglesa, y los artículos de José Alvarado.
La ingenuidad es la madre de todas las virtudes y vicisitudes. Supuse que podría hacer algo parecido para La Antorcha con un tema de actualidad en aquella época, la circunvalación a la Tierra por el ruso Yuri Gagarin. Con los datos que venían en el Sucesos dizque redacté la tarea. Mi sorpresa fue mayúscula cuando la nota principal era la mía y de remate el maestro Filadelfo me felicitó delante de todos. Creo que allí nació mi vocación.
Valga la anécdota para señalar que no vi en Siempre la sección cultural que se hizo costumbre años después y que se llamaba La cultura en México, donde aparecía ya la columna de Monsiváis. Al parecer, Monsi la comenzó a escribir en 1958, en el suplemento que dirigía Fernando Benítez en Novedades, que se llamaba México en la cultura. Cuando por censura lo expulsaron de ese diario, José Pagés Llergo le dio cobijo a todo el equipo que elaboraba el suplemento.
Para entonces, Perlas japonesas y Temas del día ya eran una institución en el periodismo mexicano. Aunque de estilos diferentes, el común denominador de ambas era el sarcasmo. Nikito Nipongo, o sea, Raúl Prieto, seleccionaba las brutalidades idiomáticas y conceptuales expresadas durante la semana por los políticos del momento, que él llamaba “perlas”, haciéndolas pinole con ácido vitriólico. Por su parte Manuel Seyde comentaba los temas deportivos del día, pero fundamentalmente el futbol. Él fue quien bautizó a los integrantes de la selección nacional como “los ratones verdes”. Los comentarios de Seyde siempre movían a risa, pero por alguna extraña razón quedaba la sensación de que a pesar de burlarse de los “profesionales” del balón pie, en realidad estaba hablando de las ridiculeces de los políticos y sus partidos. La elegancia mordaz era su arma. Quizá no todos se percataban de ello, pues no olvidemos que vivimos en un país de analfabetos funcionales.
En su columna Raúl Prieto, luego de la cita de la “perla”, abría paréntesis para que sus múltiples alter egos participaran. Así conocimos a personajes como el abogado Patalarga, don Hechounperro, el doctor Keniké, Trinito Tolueno, la secre Macuca Toluca o la Bruja Lisco, entre otros, quienes señalaban los disparates gramaticales o falsedades en que incurrían los declarantes. Con Monsiváis, todos esos personajes, considero, se resumieron en la R. (esto es, la Redacción).
En 2005, con motivo del segundo aniversario de la muerte de Raúl Prieto, Elena Poniatowska escribió: “La obra de Nikito Nipongo abarca cuento, novela, crónica, ensayo y reportaje, en los que se burló de la ampulosidad, la demagogia y la venalidad y criticó con inteligencia y valentía a los funcionarios públicos. Su columna podría ser un antecedente de Por mi madre, bohemios, de Carlos Monsiváis y Alejandro Brito en La Jornada, aunque ellos fueran más benignos. Escogía lo mal dicho dentro de los discursos (que era casi todo) y -totalmente despiadado- señalaba pifias, contradicciones, falsedades o simples burradas”.
Raúl Prieto Río de la Loza(1919-2003) escribió 18 libros, entre el que destaca Madre Academia, donde despedaza la supuesta autoridad que tiene la Real Academia de la Lengua Española para “fijar y pulir” el idioma.
Manuel Seyde (1914-1994) escribió La fiesta del alarido, Las copas del mundo y Copa Mundial 1986, en los que nunca perdonó la mediocridad del futbol mexicano y la ausencia de políticas inteligentes para el deporte nacional.

martes, 6 de julio de 2010

Larga vida al “Gallito Inglés”


Murió Armando Jiménez Farías el miércoles 2 de julio en Tuxtla Gutiérrez, a los 92 años de edad víctima de un cáncer en la garganta y lengua. Fue coahuilense de modo involuntario pero chiapaneco por decisión propia y que por los impredecibles caminos de la vida se formó como ingeniero y arquitecto, pero su verdadera profesión fue la de escritor.
Nació en Piedras Negras, el 10 de septiembre de 1917, pero siendo muy joven su familia se trasladó a la ciudad de México, asentándose en el barrio de La Merced, donde conoció y se hizo amigo de Jacobo Zabludowsky, entre otros, con quien en su época preparatoriana experimentaron aquel Distrito Federal de las décadas de los treinta y cuarenta del siglo pasado.
En 1960, a la edad de 43 años, publicó por primera vez una recopilación de albures, dichos y rimas que encontró escritas en las paredes de los sanitarios públicos, cantinas, pulquerías y prostíbulos de aquella época. Ese pasatiempo resultó ser la famosísima Picardía mexicana, que incluso llegó a ser prologada por escritores que con el tiempo llegarían a obtener por su obra el Premio Nobel de Literatura, como lo fueron Miguel Ángel Asturias, Gabriel García Márquez, Octavio Paz y Camilo José Cela
Conocí a don Armando en 1976, cuando joven e ingenuo llegué a la Ciudad de México con el ánimo de convertirme en un gran periodista. Como ningún periódico ni revista importante me quería contratar, tuve la buena fortuna de ser aceptado, primero como corrector de estilo y después como coordinador de producción, en las nuevas y flamantes oficinas de la editorial de un maravilloso catalán, don Bartolomé Costa Amic, en la colonia Guerrero, después de haber vivido una esplendorosa época en la calle de Mesones, en lo que ahora se conoce como Centro Histórico.
El autor estaba preparando la décimo novena edición, si mal no recuerdo, de la Picardía mexicana –corregida y aumentada– y otro libro de crónicas sobre congales, cantinas, teatros y cabarets del Distrito Federal. En una de sus visitas, don Armando se puso a platicar con aquel ingenuote que hoy escribe. Díjome que había dejado de lado su trabajo de ingeniero-arquitecto, donde le iba bastante bien, porque era mucha chinga y le quitaba tiempo para hacer lo que le gustaba: escribir.
Lo paradójico, me dijo, era que había batallado mucho para que le publicaran por primera vez, pues ninguna de las llamadas editoriales “serias” quería publicar “un mamotreto tan escatológico”, hasta que se topó con don Bartolomé, quien se arriesgó a enfrentar la tenebrosa Liga de la Decencia, que dirigía la esposa del ex presidente Manuel Ávila Camacho, Soledad Orozco, la misma que ordenó ponerle calzones y tapapechos al monumento de la Diana Cazadora.
Desde el primer momento que salió a la venta Picardía mexicana, y gracias a la publicidad generada por la censura de aquel México mojigato, la obra se convirtió en un éxito rotundo. “Muchos de los editores que se habían negado a publicar mi libro se daban de topes, a varios les dio diarrea y supe de uno que fue a parar al hospital del puro coraje”, me comentó don Armando, quien para entonces ya era famoso por su firma acompañada del “gallito inglés”, que no es más que una dibujo alegórico del pene con los testículos, muy popular por aquellos años en las paredes de los retretes públicos.
Hasta antes de morir, se han vendido casi cuatro millones y medio de Picardía mexicana en 146 ediciones y reimpresiones, que si se junta con los otros 16 libros escritos, rebasa los 11 millones de ejemplares en manos de otros tantos lectores, pelándole los dientes la piratería. De acuerdo con Armando, uno de sus hijos, el autor dejó dos obras inéditas, una de las cuales será publicada de manera póstuma.
Convertido al “chiapanequismo” desde hace muchos años, radican en Tuxtla Gutiérrez varios de sus hijos, y en 2007, con motivo de su 90 aniversario de vida, el gobierno del estado impuso su nombre a una de las principales avenidas del fraccionamiento Monte Real, donde don Armando Jiménez tenía su domicilio. Yo bautizaría alguna cantina, en su honor, “El Gallito Inglés”.
Acucioso y sui géneris cronista de la ciudad de México, su deceso tuvo la fortuna de no contar con la presencia de carroñeros oportunistas e hipócritas que tuvo que padecer su colega, el querido Carlos Monsiváis. Sólo lo acompañaron sus familiares y amigos verdaderos. En paz descanse Armando Jiménez Farías, larga vida al “Gallito Inglés”.

miércoles, 23 de junio de 2010

Saramago y yo.

Saramago y yo no nos llevamos, es la verdad. Mi fría relación con él se basa en que él es un escritor y yo no aguanto a leer su obra por más de quince minutos sin sufrir de aburrimiento ( ¿y si me espero a que la hagan película?). Conclusión: no soy intelectual y pertenezco a la cultura pop.

A raíz de su fallecimiento corpóreo, salió a la luz un señor completamente desconocido para mi: Claudio Toscani, de quien se dice escribió una diatriba apasionada en contra del hoy occiso, que causó a nivel mundial diferentes reacciones. Dada mi naturaleza por consumir chismes de las celebridades me lance cual Lara Croft en versión internauta a indagar cuanto pudiera satisfacer la morbosa curiosidad de mi persona. Cuando di con el multicitado artículo, y aunque no lo crean lo leí en italiano y tarde casi cuatro horas en traducirlo lo más correctamente posible con las herramientas conocidas, de mis labios emergió una palabra y una pregunta: Galileo. ¿Cuantos años pasarán para que le pidan perdón póstumo a Saramago, por semejante torpeza?
Afortunadamente, existen personas con mayor habilidad para digerir la obra de Saramago y difundir su obra y pensamientos para las masas, que me han permitido, si no ser una asidua seguidora, si una respetuosa observadora. Muchas de sus observaciones del honorable escritor, en lo que he logrado comprender, son acertadas.

Y pensé ¿Quién es Claudio, que tan agresivamente ataca a un difunto?, supuse que un sacerdote católico intelectual, poseedor de grandes títulos y conocido entre sus círculos, así que me fui directamente a un buscador italiano para no errar. Lo que encontré en orden de importancia fue:
1. Un profesional en filología musical
2. Fotos de un perro
3. Página de venta de libros
4. Una editorial vendiendo libros de Claudio Toscani

De ésta última varias páginas más ofertando los libros, ya saben, que los diez primeros resultados son los mas importantes: pero sin una palabra sobre su biografía y mucho menos una imagen. Vilmente busque “Saramago”, en fin, no redundemos: biografía, obras, frases, momentos, cavilaciones, me sorprende que no sepamos la marca de ropa que usaba.

En fin, en mi pequeño universo, a Claudio lo conocen muy bien en su casa, que supongo que es el Vaticano, ya que fueron quienes lo publicaron, lo que a mi parecer no es muy buen respaldo, teniendo en cuenta que históricamente han sido los principales carniceros de la humanidad. Próxima meta: Leer un libro completo de Saramago.

Cuyuza

P.D.: Me dijeron que es un médico. ¿Será del IMSS?

lunes, 21 de junio de 2010

Sobre Saramago y Claudio Toscani

Señor médico: muchos periódicos internacionales han comentado su artículo publicado en El Observador Romano sobre José de Sousa "Saramago". Me han ofendido las aseveraciones que usted hace sobre el escritor. Los extractos publicados en la prensa me llevaron a leerlo en su totalidad directamente del italiano (espero que haga lo mismo con este texto, léalo en español), para no quedar sujeto a interpretaciones de terceros.
La autodenigración no tiene límites, al grado que algunas personas en la actualidad, como usted, se atreven a exhibir públicamente su incapacidad intelectual al publicar semejantes conceptos sobre otro individuo. Se supone que la principal característica de quien elige practicar la medicina debe ser, en esencia, humanista, alguien que siga los principios de Hipócrates. Usted demuestra ser la antítesis de ello, bien pudo haber sido el médico de los campos de concentración de Hitler, eso sí, en nombre de Dios o de Alá, como le acomode.
En fin, usted alcanzó sus 15 minutos de fama a expensas del escarnio de un buen hombre, el cual, independientemente de sus ideas, siempre aprovechó su prestigio literario para darle voz a los desposeídos, al pueblo, a esos que usted desprecia y que el mismo Jesús se encargó de defender y proteger.
Veo que también presume, supuestamente, de escritor, pero nunca he sabido que sus libros hayan tenido el tiraje de los de Saramago ni que estén traducidos a muchos idiomas. Por lo menos aquí en Latinoamérica no se conoce su obra, así que como literato, es un poco menos que nada.
Tal vez como médico ha sido exitoso, estoy seguro que goza de una posición muy bien acomodada y con excelentes relaciones, ya que publican sus exabruptos en el periódico del Vaticano, Estado mismo que protege y bendice a pederastas, banqueros mafiosos, se asocia con fabricantes de armamentos, con dictadores autodenominados democráticos y otras pléyades de demonios. Bien por usted. Qué bueno que se ha exhibido tal cual es para que sus clientes en el consultorio sepan la clase de persona que es.
Muchos como usted, presas del "entusiasmo febril" que los hace fanáticos por conveniencia, desean que Saramago se encuentre en el infierno. Le aseguro que los buenos cristianos deseamos llegar algún día al infierno de Saramago, en lugar del paraíso a donde, seguramente, usted se reunirá con Marcial Maciel en un futuro no muy lejano.
Con piadosos deseos para la medicina que practica, atentamente, su servidor
Óscar Sumuano
periodista mexicano

sábado, 5 de junio de 2010

(OTRO) DESMENTIDO A NOTIMEX

México D.F., a 4 de junio del año 2010.


1. El día de ayer (3 junio), el Diario de Coahuila, en su sección Local, publicó que según la Agencia de Noticias del Estado Mexicano (NOTIMEX), la “Organización Familia Pasta de Conchos, había determinado bloquear el acceso a la mina Armaiz de Sabinas, hasta en tanto se corrijan las irregularidades detectadas por la delegación de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social”. Y se añade que, “el obispo de la diócesis de Saltillo, Raúl Vera López, dio a conocer que con dichas medidas se busca que las empresas cumplan con las normas de seguridad e higiene para minas subterráneas de carbón, así como con la obligación de tutelar los derechos de los trabajadores”.
2. Se envió la aclaración al responsable de la Sección Local Sr. Soto González para hacer la aclaración que a continuación hacemos pública. De ser cierto lo publicado por el Diario de Coahuila, la Agencia NOTIMEX MIENTE al señalar que hemos tomado esa mina. Ningún miembro de nuestro organización ha estado presente en esa mina, ni hemos impedido el acceso a los trabajadores. Por tanto, también es FALSO que Fr. Raúl Vera López, Obispo de la Diócesis de Saltillo hiciera una declaración en ese sentido.
3. La “Organización Familia Pasta de Conchos” siempre comunica por medio de boletines su agenda de actividades. Y nunca, se envía de manera exclusiva información a la agencia NOTIMEX precisamente por tratarse de la Agencia del Estado Mexicano.
4. Como informamos en días pasados, la muerte del trabajador Jesús García Ayala en el pocito conocido con el nombre de Vertical 4, ubicado en el Municipio de Progreso, pone en evidencia la incapacidad de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social para cumplir con su obligación de tutelar y proteger los derechos de los trabajadores. La familia de Jesús García Ayala, solicitó en la Delegación del Trabajo en Sabinas le entregaran de la última inspección realizada al pocito, la copia del Acta de Inspección, el emplazamiento, y el Acta de Verificación. El día de hoy, Abel García Ayala ha estado todo el día de hoy, como todos los días desde el 24 de mayo esperando que se le entregue la documentación solicitada.
5. Es evidente, que la Delegación del Trabajo no había inspeccionado ese pocito y que una vez que lo hizo debió de cancelarlo debido a que se violaban las normas de seguridad e higiene. Ignoramos si lo canceló o no, lo que sí sabemos, es que el día de ayer continuaba extrayendo carbón. La responsable de hacer que se cumplan los ordenamientos sobre seguridad e higiene, es la misma STPS; no las organizaciones. El tema medular no es si una organización, o nuestra organización impide el acceso de los trabajadores a una mina cancelada para evitar que se ponga en riesgo su vida, sino el que la STPS no cumple con sus obligaciones, ni puede hacer que las empresas cumplan con lo que les ordena.
6. La incapacidad demostrada por la STPS cada vez que muere un trabajador minero del carbón en minas que no cumplen con las condiciones de seguridad e higiene, fueron la razón para que nuestra organización entregara un informe complementario para el Comité de Expertos en la Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo que esta dando seguimiento al Informe del Reclamo GB304/14/B sobre el caso de la Mina 8, Unidad Pasta de Conchos. Y se entregó en ese mismo informe, un nuevo Reclamo, no sólo por lo que incumplió el Gobierno en el caso de Pasta de Conchos, no sólo por los casos de la Mina Lulú y el Pocito Ferber, sino por toda la región carbonífera del Estado de Coahuila. El Comité entrará en sesión la siguiente semana en su sede de Ginebra y aunque la STPS hizo hasta lo imposible para negar la acreditación de uno de los abogados de nuestra organización, el abogado de la Organización Familia Pasta de Conchos estará presente en la sesión del Comité, para informar a los Gobiernos y al mismo Comité de la permanente omisión y negligencia de la STPS en el tema de minería del carbón.
7. Hemos revisado los expedientes que está integrando la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por las Quejas que las familias de algunos de los mineros fallecidos en minas de carbón han interpuesto. Y en la Audiencia del pasado 31 de mayo que tuvimos con el Lic. Paredes Montiel, Segundo Visitador General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, hemos solicitado entre otras cosas, que de acuerdo a la copia digitalizada que le fue entregada, de la sentencia del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa del 8 de octubre del años 2009, del expediente 80/07-17-03-1, solicite dicha Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que la STPS pague de manera inmediata, las indemnizaciones que adeuda a las Familias de Pasta de Conchos, de acuerdo a la sentencia de dicho tribunal y a la Recomendación 26/2006 de la CNDH que se ha negado a cumplir.
8. En este contexto, de ser cierta la información dada a conocer por el Diario de Coahuila, el intento de enturbiar el ambiente es responsabilidad de la STPS y de la Agencia NOTIMEX , posiblemente, para evitar que se sepa todo lo que venimos realizando, especialmente en las instancias internacionales a las que no pueden sujetar ni controlar. Por lo que, a quién se le debe de preguntar por qué no entrega los documentos a la familia de Jesús García Ayala; por qué el pocito conocido como Vertical 4 no está cancelado si el trabajador falleció debido a que se estaban violando las normas de seguridad e higiene, y si la STPS lo cancelo, preguntarle por qué el día de ayer continuaba extrayendo carbón. Quien señala y acusa, debe responder. Y pedimos al Diario de Coahuila, publique la aclaración.

A UNA VOZ, ¡RESCATE YA!
Organización Familia Pasta de Conchos

Contacto: familiapastadeconchos@gmail.comCEREALCentro de Reflexión y Acción Laboralproyecto obrero de Fomento Cultural y Educativo A.C.Privada de Lago San Pedro # 13,Col. Cinco de Mayo, Del. Miguel Hidalgo,CP11430, México D.F.

sábado, 15 de mayo de 2010

Memoria sin recuerdos


¿Qué pasa cuando una sociedad pierde la memoria, cuando alguien le borra sus recuerdos? ¿Cómo escribir la historia de un pueblo sin una base de datos? Quien no conoce su historia –dice el lugar común– está condenado a repetirla.
Si una persona es víctima del síndrome de Alzheimer queda a la deriva y sólo con ayuda de terceros puede sobrevivir el último tramo de su vida. La memoria, los recuerdos, son básicos para darle continuidad y rumbo al diario acontecer. Lo mismo ocurre con los pueblos que desprecian la inteligencia, el acervo cultural o el registro cotidiano de la vida.
Tapachula padece de Alzheimer, pero aún se desconoce el grado de avance de este mal degenerativo. Hagamos un intento para saber qué tan mal se encuentra el paciente.
Durante muchos años, el viejo Palacio albergó a la Biblioteca Municipal Benito Juárez y ahí mismo se encontraba la Hemeroteca. La recuerdo muy bien, pues en mis años de estudiante acudía con frecuencia para realizar mis tareas escolares.
Así entré en contacto con el acervo de periódicos y revistas que circulaban en la ciudad en aquel entonces. Tanto los periódicos regulares, como Diario del Sur, El Sol del Soconusco, Extra La Verdad, al igual que los esporádicos o efímeros, además de algunas revistas. También se encontraba una rara avis, una publicación anual, Las Calaveras Huacaleras de la Madre Matiana, que escribía y editaba Guillermo M. Gutiérrez, periodista, escritor y poeta, hoy injustamente olvidado.
Eutimio Mérida, Luterano, podría hablar y escribir mucho sobre este colega. No sé si piense hacerlo o ya lo hizo, puesto que durante muchos años fueron los únicos epigramistas de buena calidad que hubo en Tapachula.
El único homenaje popular -en el parque central Hidalgo- que se le hizo a Guillermo M. Gutiérrez aún en vida, fue en 1987, un 2 de noviembre de 1987, con motivo de los 25 años de vida de Las Calaveras, y lo organicé con el apoyo de uno de los locutores más controversiales que ha habido en esta ciudad, el sonorense Francisco Obregón López, con el apoyo del hoy desaparecido Celso López Amores, en ese entonces gerente de la XETS. Los únicos apoyos financieros que tuve en aquella ocasión provinieron de la ya sepultada Funerales San Pedro y del extraordinario Rubén Guízar, que en paz descanse.
Pero volvamos al tema de la hemeroteca municipal. No puedo precisar si fue durante el gobierno del Joaquín del Pino Trujillo o de Didier Cruz Fuentevilla (quizá Luterano tenga la fecha precisa), que por órdenes de la profesora Lydia Abarca, que en ese entonces tenía enorme peso en esos ayuntamientos, se incineró el archivo hemerográfico de la antigua Biblioteca Municipal Benito Juárez. En palabras de la queridísima y bien recordada Jovita de Henestroza (qepd), Abarca, que también fuera directora de la Escuela Normal, dijo: “quemen toda esa pinche basura", ¿puedes creerlo Sumuanito, una profesora ordenando eso?
No sé si en la actualidad haya alguna hemeroteca local (puesto que radico en el Distrito Federal) ni en qué condiciones se encuentre si es que existe. Tal vez esta sería una de las tareas de la oficina del Cronista Oficial de Tapachula, que supongo debe existir en el organigrama de la administración municipal, aunque no figura en la página web del ayuntamiento, en donde la información historiográfica y cultural que allí aparece es en verdad irrelevante. Si no fuera por el libro sobre el Soconusco de Gustavo Gonzalí, la orfandad en este rubro sería total.
Sin embargo, sé de la existencia, puesto que los tuve en mis manos, que hay crónicas, ensayos y artículos (la mayoría inéditos) escritos por dos grandes personajes tapachultecos, ambos abogados: Manuel Elorza y el nombre del otro se me escapa, pero tenía su despacho frente al parque central, en el edificio donde tenían sus consultorios los doctores Hayashi. Creo que apellidaba Aguiar. Quizá las familias de ellos conserven esos archivos. Perdonen mi flaca memoria.
El punto es que la historia de nuestro pasado reciente fue reducida a cenizas y dudo mucho que el Diario del Sur y El Sol del Soconusco conserven esos archivos antiguos por cuestiones prácticas de espacio. De Las Calaveras de la Madre Matiana ya ni hablar, a la muerte de M. Gutiérrez todo su legado se perdió: cuentos, libros de poemas, trabajo periodístico. Yo conservo algunos textos sueltos que él me confió en vida, pero sin duda es una grave pérdida para la cultura huacalera.
¿Podrá corregirse esa falla de lesa cultura? Quién sabe. Con la mal entendida política de austeridad de los actuales gobiernos todo se puede esperar, y “más que pior” si llegan al poder grupos emanados de las filas del panismo o perredismo, cuyas ideas de cultura y arte son del nabo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Intensa, la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto


Eruviel Ávila Villegas, actual alcalde del municipio mexiquense de Ecatepec, fue designado en días recientes presidente de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), membrete que, afirman sus promotores, agrupa a “más de mil 500 ayuntamientos” en la república.
Este suceso no tendría mayor relevancia si no fuera por lo controvertida que es la figura del reelecto alcalde de Ecatepec y que en su protesta como dirigente de ese supuesto organismo de ayuntamientos priistas estuvieron dándole respaldo el gobernador Enrique Peña Nieto y la presidenta del PRI, Beatriz Paredes Rangel.
En su carrera hacia Los Pinos en el 2012, Peña Nieto utiliza a Eruviel Ávila como uno más de sus operadores de campaña, pues con el cuento de promover ante el Congreso de la Unión reformas para que los municipios cuenten con mayor autonomía y más recursos económicos, Ávila Villegas promoverá desde la Fenamum la candidatura del gobernador mexiquense.
Hechura política del exgobernador y actual diputado federal César Camacho Quiroz, Ávila Villegas inició su carrera política durante la gubernatura de Emilio Chuayffet. Fue secretario del ayuntamiento de Ecatepec de 1994 a 1996; luego Camacho Quiroz lo hizo diputado local de 1996 a 2000; de 2001 a 2002 fue subsecretario de Gobierno con Arturo Montiel.
De 2003 a 2006 ocupó la presidencia de Ecatepec, que por su pésima actuación no pudo retenerla para el PRI y la perdió frente al panista Agustín Hernández Pastrana, quien resultó peor alcalde y permitió el arribo del perredista José Luis Gutiérrez Cureño.En este lapso Eruviel se hizo cargo del Comité Directivo Estatal del PRI y de nuevo fue diputado local, de donde salió para ocupar otra vez la alcaldía de Ecatepec, cargo al que llegó severamente cuestionado por la gran cantidad de irregularidades comiciales para obtener su reelección.
Peña Nieto, Camacho Quiroz y Paredes Rangel confían absolutamente en las habilidades de Ávila para avanzar en la consolidación del llamado candidato de Televisa hacia la Presidencia de la República.
Pero da la casualidad que la FENAMM no cuenta con recursos propios. Como se dice al principio, es sólo un membrete priista. ¿De dónde saldrá el dinero para financiar la campaña de Peña Nieto? Las arcas del Revolucionario Institucional se encuentran bastante disminuidas, luego de la deserción de los sindicatos y agrupaciones de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), vía la Federación Democrática de Servidores Públicos, que hábilmente se llevó Elba Esther Gordillo al Partido Alianza Nacional (Panal).
El dinero sólo puede provenir de dos fuentes: del desvío que haga Peña Nieto del presupuesto del Edomex o de los “más de mil 500 ayuntamientos” del país que no tienen recursos por depender de la Federación, y no hay que olvidar que muchos de esos municipios se encuentran en manos de los carteles del narcotráfico y de otras instancias del crimen organizado, por lo tanto será dinero negro, ilegal, pero bien lavado. En ambos casos la FENAMM es una plataforma frágil frente a los embates de los rivales políticos y Eruviel no destaca por sus finos modales ni agudeza política, su perfil es de duro, golpeador, porro y gangsteril, algo así como un Rafael Juanito Acosta, pero con título escolar.
La falacia de la autonomía municipal
De entrada, nadie se opone a que los municipios del país no dependan de los poderes centrales, tanto estatales como de la Federación, este siempre ha sido un sueño democrático de sectores vanguardistas de izquierda (que por cierto no se encuentran en ninguno de los partidos que se autodefinen de esa tendencia).
Ninguno de los grupos que llegan al poder, sea del partido que fuere, han querido perder el control del país vía el presupuesto a los más de dos mil 500 municipios que lo integran. El modelo que impuso el PRI a lo largo de la historia reciente ha sido reproducido tanto por el PAN como por el PRD en sus respectivos ámbitos. Ninguna oligarquía se ahorca con su propia soga.
Eruviel se compromete llevar a los municipios priistas de la FENAMM a participar orgánicamente en el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, instancia encargada de analizar las políticas públicas en materia hacendaria y donde sólo tienen participación la Federación y los estados.
Recordemos que 93 por ciento de los ingresos públicos son recaudados por la Federación, a diferencia del 2 por ciento de los municipios. Para mejorar esta situación, Ávila propone solicitar que los ayuntamientos tengan más fuentes de tributación que no signifiquen incrementos en los impuestos. En ninguno de los dos casos dice cómo hacerlo, son ocurrencias que, desde luego, nadie tomaría en serio en el mundo fiscal.
La evidencia de ser sólo un promotor de la candidatura de Peña Nieto la dio en esa misma ceremonia en la que fue ungido presidente de la FENAMM, al proponer un clon de la priista Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Ávila se propone fundar y dirigir la Conferencia Nacional de Municipios de México (Conamm), que según él sería una institución formal del derecho público, y de trabajo coordinado con asociaciones municipalistas (?) que aglutinen a ediles de otras opciones políticas.
Otra de sus falacias es “promover en los próximos meses, con el apoyo de los legisladores priistas en el Congreso de la Unión, que se le permita a los municipios iniciar leyes federales en temas de interés municipal, pues aun cuando los ayuntamientos somos un orden de gobierno, no tenemos esa facultad”. Este es un bonito tema de análisis para los constitucionalistas.
Todo esto pretende llevarlo a cabo en el lapso de un año, pero si no le alcanza el tiempo la asamblea del membrete priista puede reelegirlo otro más para que cumpla con la patria, claro está, si Paredes Rangel se sostienen como presidenta del CEN del PRI para entonces.
El caso Unime
Con alrededor de tres millones de habitantes, Ecatepec es un municipio donde el PRI no está consolidado y la reelección poco convincente de Eruviel atomizó aún más las tendencias políticas. Si bien los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática se encuentran debilitados por las malas actuaciones de los correspondientes ex alcaldes, los seguidores de estas formaciones políticas aún son considerables y están muy atentos de la actuación del alcalde priista.
Al tomar posesión de la alcaldía, el 18 de agosto del año pasado, Ávila Villegas inició su gestión con una gigantesca torpeza: disolvió la recién inaugurada Universidad Municipal de Ecatepec (Unime), cuyo lema era educación laica y gratuita, que en ese mismo agosto iniciaría su primer ciclo académico y en la cual ya estaban inscritos poco más de dos mil alumnos para las carreras de Administración, Derecho, Pedagogía, Informática y Contaduría.
Eruviel consideró que el proyecto no valía la pena porque fue uno de los últimos proyectos que realizó la administración perredista de González Cureño y podría ser un capital político que aprovecharían las huestes del sol azteca.
Para festejar su primer año de gobierno, acaba de anunciar que en agosto funcionará el Campus Ecatepec de la Universidad Mexiquense del Bicentenario (uno de los proyectos emblemáticos de Peña Nieto), cuya convocatoria se publicará en abril. Las carreras que ofrecerá sólo son dos: Informática Administrativa y Contaduría.
Para las instalaciones dice que el ayuntamiento adquirirá un predio de cinco mil hectáreas, iniciando con 1.7, para dar cabida a tres mil estudiantes. Una de las razones que dio para clausurar la Unime antes de nacer fue que no había dinero para el rubro educativo. Por cierto la página web de la Unime aún sigue vigente.

sábado, 6 de marzo de 2010

La Edad Media, hoy


México, al igual que muchas sociedades latinoamericanas, vive en la actualidad una reedición de la Baja Edad Media. Si nos tomáramos la molestia de leer o reeler algunos de los grandes autores abocados a la historia, mucho de lo que ocurre en nuestros países tercermundistas dejaría de sorprendernos de modo tan primitivo y, quizá, algunas comunidades un poco más avezadas hasta podrían evitar algunos sucesos tan deprimentes en los ámbitos de la política, la economía y lo social.
Recientemente, terminé la lectura de El otoño de la Edad Media, trabajo realizado por el maestro Johan Huizinga, una obra que disfruté en mis años adolescentes pero que no supe aquilatar en toda su magnitud las enseñanzas que contiene. Ahora, en estos momentos de mi vida y la del país, considero que debería ser lectura obligada para todo individuo que curse estudios medios superiores en adelante.
Leer de nuevo ese libro nos ubica de modo sustantivo en nuestra realidad pues, a pesar del desarrollo tecnológico y científico que la humanidad ha tenido de esos años a la fecha, no hemos progresado nada en lo que se refiere a la calidad humana. Seguimos siendo ignorantes, fanáticos, manipulables, mezquinos, estúpidos, vanidosos y egoístas.
En la Edad Media era la religión y las monarquías las que manipulaban a los pueblos. Ahora se les han agregado los medios de comunicación, específicamente la TV y la radio, con sus honrosas excepciones, desde luego. La educación, a pesar de ser láica en algunos países, sigue siendo dogmática y acientífica. La prensa impresa no se distancia mucho de sus hermanos electrónicos.
Seguir paso a paso de la mano de Huizinga la reconstrucción de la Edad Media nos hace ver que, en esencia, seguimos siendo los mismos palurdos, embrutecidos con los espectáculos más deprimentes. Antes eran las ejecuciones en la plaza pública, los torneos de la nobleza. Hoy son actividades (que no deportes) como el futbol o la lucha libre, a través de la TV, o conciertos musicales masivos de ínfima calidad. Gozamos y sufrimos los sucesos de actorcillos y actrices de pacotilla. Seguimos religiosamente los capítulos de las telenovelas cuya temática siempre es la misma.
En fin, tenemos lo que merecemos. Bien lo dijo Antonio Tabucci en una entrevista que le realicé en 2003: "El mundo está gobernado por tontos y perversos".
No obstante el pesimismo que destilan estas líneas, invito a mis atentos lectores a reeler a Huizinga, al menos para que tengan el consuelo de que no todo tiempo pasado fue mejor.

Escher, dibujante de lo imposible


¿Existe la posibilidad de dibujar lo imposible? ¿Se puede plasmar en una limitada hoja de papel el infinito? Parece que sí. MC Escher logró crear diversas obras tan fantásticas y revolucionarias, como lo fue, en su momento Las señoritas d’Avignon, de Pablo Picasso, precursor del arte moderno del siglo XX. No hay evidencia de que ambos artistas se hayan conocido personalmente, pero sin duda, fueron influidos con gran fuerza por otro de sus contemporáneos, Albert Eistein, mediante su Teoría de la Relatividad.
El holandés Maurits Cornelis Escher (1898-1972) fue un dibujante y grabador que revolucionó la perspectiva del plano y es considerado el intérprete de los conceptos matemáticos, por definición abstractos, que dan sustento a la relatividad del espacio-tiempo planteada por Einstein en 1905 y 1915, idea continuada por sus seguidores, ampliándola, profundizándola e incluso modificándola.
Se dice que las coincidencias no existen y mucho menos en los ámbitos de la ciencia y el arte que, salvo excepciones, van de la mano. Escher, al igual que Leonardo da Vinci en su época, lograron captar el momento crucial de la civilización en la que se desarrollaron.
El famoso creador de las llamadas “estructuras imposibles” fue un estudiante menos que mediocre, y por presiones de su padre (que lo mantuvo económicamente hasta casi los 53 años de edad), comenzó a estudiar arquitectura, pero a la semana de asistir a clases, cambió a dibujo y “artes decorativas”.
Es en este oficio que comienza a destacar por su virtuosismo en el dibujo y su dominio de las técnicas lito y xilográficas. Durante su primer periodo (de 1916 a 1922) se dedica a ilustrar libros, diseñar tapices y realizar estampillas postales y algunos murales decorativos. Después decide recorrer Italia para ampliar su cultura visual e inicia su etapa de paisajista. En este viaje conoce a Umiker Jetta, con quien casa en 1924 y se establecen en Roma durante 11 años.
Así comienza su llamado “periodo italiano” (1922-1935) y experimenta con la perspectiva en paisajes, dibujos de ciudades y edificios. De fines de este periodo es la litografía denominada Mano reflejada en la esfera, muestra evidente de su sólida madurez como artista, aunque aún está lejos del reconocimiento universal y del éxito económico.
El periodo italiano es principalmente relevante en Escher por su fecundidad, el desarrollo de la perspectiva y los trazos continuados, profundamente motivado por el estudio de la división del plano a partir del arte morisco en los mosaicos de la Alhambra, que lo dejó vivamente impresionado durante su visita a Granada, en 1922.
En el lapso de 1935 a 1941 se traslada a Suiza y Bélgica para alejarse del belicismo de la Segunda Guerra Mundial. Sin duda alguna, para entonces ya está familiarizado con las ideas einstenianas y el apogeo del cubismo iniciado con la pintura Las señoritas de Avignon (1907). A la vez, comienza llevar a la talla en madera y marfil algunos de sus bocetos, todos por encargo, creando las “estructuras imposibles” y la serie de esferas que le empezaron a dar un gran éxito económico.
A estas alturas, su nombre ya era reconocido y las reproducciones de sus grabados tenían gran demanda. El interés de afamados matemáticos en su obra es ya patente por la manera de dibujar en dos y tres dimensiones.

Las matemáticas y el infinito

En 1959, en un artículo, el propio Escher expresó lo que le motivaba a representar la idea del infinito: “Nos resulta imposible imaginar que, más allá de las estrellas más lejanas que vemos en el firmamento, el espacio se acaba, que tiene un límite más allá del cual no hay nada. El término vacío todavía nos dice algo, puesto que un espacio determinado puede estar vacío, por lo menos en nuestra imaginación; pero no estamos en condiciones de imaginar algo que estuviese vacío en el sentido de que el espacio deja de existir.
“Por esta razón, desde que el hombre existe sobre la Tierra, desde que está de pie, sentado o acostado, desde que corre, navega, anda a caballo y vuela, nos aferramos a la idea de un más allá, de un purgatorio, de un cielo y de un infierno, de una transmigración y de un nirvana, todos lugares de infinita extensión en el espacio o estados de infinita duración en el tiempo”.

El uso del color

Otra gran contribución que hizo especialmente al grabado fue la utilización del color, que hasta entonces había sido elaborado sólo en blanco y negro, lo cual, según una anécdota, fue el motivo por lo que su esposa Jetta lo abandonó, “hastiada de ver toda la vida el blanco y el negro en casa”.
Sus biógrafos consignan que en varias ocasiones Escher presumía que su taller era una “máquina de hacer billetes”, por la demanda que tenía la reproducción de su obra. En 1969, con 71 años de edad y con la salud muy menguada, realiza su grabado Serpientes, donde demuestra que, a pesar de su avanzada edad, el genio permanece en su máxima expresión. Al final de su carrera, en un ataque de ira, destruyó algunas de las planchas para que no se realizaran más reproducciones de originales.
Muchas de sus obras se vendieron masivamente poco después de su muerte y están esparcidas por el mundo. Un grupo importante está expuesto de forma permanente en el Museo Escher, en La Haya.
El análisis de sus obras, tal y como definió Bruno Ernst, uno de sus biógrafos, permite clasificarlas básicamente en tres temas y diversas categorías: La estructura del espacio, que incluye paisajes, compenetración de mundo y cuerpos matemáticos. La estructura de la superficie (metamorfosis, ciclos y aproximaciones al infinito). La proyección del espacio tridimensional en el plano (representación pictórica tradicional, perspectiva y figuras imposibles).
MC Escher jugó con la arquitectura, la perspectiva y los espacios imposibles. Su arte sigue sorprendiendo y maravillando a millones de personas en todo el mundo. En su obra reconocemos su aguda observación del mundo que nos rodea y las expresiones de sus propias fantasías y nos muestra que la realidad es maravillosa, comprensible y fascinante.

jueves, 4 de marzo de 2010

Cultura y dinero en el contexto del centenario de la Revolución


In memorian de Enoch Cancino Casahonda
Ya comenzaron a sentirse en Chiapas los efectos del duro golpe que, mediante el presupuesto federal de egresos 2010, le ha dado al fomento cultural el gobierno de Felipe Calderón con el aval perverso del Congreso de la Unión. Un poco más de la cuarta parte de lo que se ejerció el año pasado, para ser exactos, 25.2 por ciento, lo que equivale a un recorte de tres mil 340 millones de pesos.
Por lo pronto, ya le metieron tijera a los fondos que eran destinados a los talleres de creación literaria que imparte el escritor soconusquense Marco Aurelio Carballo, entre otros rubros culturales que tantos beneficios han traído a la sociedad.
Espero que el suplemento Raíces, que se edita gracias a la generosidad de Diario del Sur y del esfuerzo titánico de Gustavo Gonzalí, no se vea afectado, sobre todo porque quienes colaboramos en él lo hacemos sólo por dos razones: por el amor y enorme respeto que le tenemos a nuestra tierra natal y la solidaridad con el amigo entrañable.
Siempre ha sido lamentable en México que todo lo relacionado con el fomento y difusión de la cultura dependa del capricho de los gobiernos, en cualquiera de sus tres niveles.
El legado que dejó el movimiento armado, conocido como “la Revolución”, era que el Estado debía impulsar la consolidación del espíritu nacional mediante la educación y el arte institucionales. Esa fue la matriz de todos los organismos dedicados a promover la cultura. Esta concepción excluyó a “las fuerzas vivas” de todas las regiones del país, debido a su esencia reaccionaria y conservadora y que siempre se mantuvo contraria a las ideas emancipadoras del movimiento armado.
Con el tiempo, esas “fuerzas vivas” se llamaron iniciativa privada, empresarios, industriales, inversionistas, aprovechándose de lo que producían las instituciones del Estado, no sólo en infraestructura, sino del trabajo de los artistas –en todas sus manifestaciones– y el de los intelectuales, para darle cierta categoría a su imagen pública. Así nacieron las fundaciones y fideicomisos de los dizque filántropos y mecenas del arte contemporáneos; desde luego, con sus correspondientes deducciones fiscales.
Pero la debacle acaeció a raíz del movimiento social de 1968. Los hombres del poder político y económico se percataron que las instituciones del Estado no podían darse el lujo de seguir formando ciudadanos pensantes, bien preparados, con criterio propio. Fue así como Luis Echeverría inició las ahora famosas reformas educativas, cuyas consecuencias estamos viviendo. Con Miguel de la Madrid comenzó el desmantelamiento del Estado mexicano y se consolidó con el arribo de los neoliberales. Carlos Salinas y Ernesto Zedillo se encargaron de despojar a la nación de las mil 200 empresas paraestatales que permitían un desarrollo social un poco más equilibrado.
Tanto la deplorable administración de Vicente Fox y la actual de Felipe Calderón (obsérvese que no hago alusión a colores partidistas), han hecho suya la amonestación que Milton Friedman hizo a los oligarcas estadounidenses cuando, desde su punto de vista, se estaban distrayendo de su misión en la vida: hacer dinero; lo demás, crear empleos, mejorar el ambiente o cualquier otro objetivo le parecían "puro socialismo" (The social responsibility of business is to increase its profits, The New York Times Magazine). Por fortuna, en Estados Unidos no todos le hicieron caso y nació el concepto de empresa socialmente responsable, que se ha ido abriendo paso a contracorriente.
Pero como ocurre generalmente en México, aquí somos más papistas que el Papa. Nuestros políticos y grandes empresarios obedecen ciegamente las instrucciones que vienen de Washington, aunque allá sean los primeros en violar sus propias reglas, como ocurre con el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica.
¿A qué viene todo esto en nuestro minúsculo ambiente soconusquense? Pues que ante los recortes, casi hasta la extinción, de los presupuestos oficiales para las actividades culturales en nuestra zona, debe ser la propia comunidad la que saque la cara con cierta hidalguía, con algún cariño hacia la tierra y gente que todo les ha dado.
Han desaparecido manifestaciones populares como el carnaval, la feria exposición se ha convertido en un enorme tianguis de muy mal gusto. (La última que tuvo algo propositivo fue la que estuvo a cargo de Roberto de los Santos Cruz, gracias a que en el terreno cultural contó con el apoyo de su hermano Juan Pablo, un artista y promotor cultural excepcional.) No hay una alternativa para los cinéfilos, la música agoniza entre bandas narcopatrocinadas y reguetones disonantes, del teatro ni hablar, artes plásticas brillan por su ausencia, y así al infinito.
Es hora de que levanten la mano las universidades privadas y oficiales, las agrupaciones de empresarios, de ganaderos, de agricultores, comercios, asociaciones civiles, en fin, todos quienes deberían tener un compromiso con Tapachula a fin de impulsar su crecimiento cultural si no queremos vernos el día de mañana en un espejo como el de Ciudad Juárez, Chihuahua. Podrían empezar con el apoyo a estas Raíces.

Ciudad de México
Marzo 2010

martes, 2 de marzo de 2010

Una Lluvia que resultó Aguacero


La sinfonola vomitaba al máximo la rola del momento. La voz -de escasos registros tonales, propia para quienes tienen oídos de artillero-, hacía añorar a los artistas que originalmente pusieron de moda Cuando calienta el Sol, los cubanísimos Hermanos Rigual. Entre tanto, Luis Miguel la destrozaba inmisericordemente.
En efecto, el Sol ardía a esa hora en las calles huacaleras. Corrían los años 80 del siglo pasado y, por fortuna, ayer como hoy, Tapachula siempre ha contado con osasis de espumosa cebada por casi todos los rumbos. Por mi parte, me acababa de refugiar en El Don, barcito ubicado en la Novena Avenida Sur. El local se encontraba hasta la madre. “Sin duda hay buena botana”, pensé.
Los mugidos de Luismi se combinaban con las animadas charlas de los bolos que ya ocupaban todas las mesas. Me acerqué a la barra y, sin abrir la boca, pedí mi correspondiente “helodia”. El cantinero, con la destreza que dan los años, deslizó la Coronita hasta mis manos al mismo tiempo que colocaba los limones junto al consomé de camarones.
Para mi alivio, en ese momento terminó el asesinato de “cuando calienta el Sol aquí en la playa…” y comenzaba a sonar otro éxito del momento, Maracas, en voz de verdaderos cantantes: Alberto Vázquez y Joan Sebastian.
Ya con el gañote humedecido y saboreando mi consomé puede observar con calma a los parroquianos en las mesas. La mayoría hombres de campo, agricultores y ganaderos, algunos empleados de instituciones como la ahora empresa de prestigio mundial, la CFE, del siempre eficiente Seguro Social e incluso funcionarios del Ayuntamiento. Algo evidente en todos, el denominador común, dirán los elegantes, era su masculinidad, todos “bragaos”, machos, pues. Algunos, incluso, estaban acompañados de bellas damas.
Las mesas eran atendidas por tres diligentes meseras, pero una era la más solicitada. De cabello dorado, güerita, de líneas firmes, de risa fácil, atraía como imán las miradas y piropos de los hombres cabales. Casi todos desean ser atendidos por ella. Las otras dos, morenas, sólo sonreían cuando algún atrevido se animaba a besarla en la mejilla e invitarla a su mesa.
Curioso que soy, le pregunté al cantinero sobre ese “atractivo visual”.
-Se llama Lluvia y dice que es de Suchiate –contestó.
-¿Lluvia? Pues más parece salvadoreña -respondí.
-Quién sabe, pero desde que llegó, hace como un mes, el bar se llena y algunos briagos hasta se han peleado por ella –dijo el cantinero.
-Es la ventaja de ser ciudad fronteriza. Ahora Tapachula cuenta con muchas centroamericanas muy guapas. Hay de donde escoger.
-Sí, para todos los gustos –respondió con cierta malicia el empleado.
Luego de llenar el reglamentario cartón de cuartitos de Coronita y saborear tacos, ubre y tripa bien dorada abandoné El Don cuando caía la tarde.
Reflexioné sobre el asedio de los parroquianos hacia Lluvia. “Será por el nombre; es muy poético”, pensé.
Pasaron las semanas y, como se sabe, en los pueblos los secretos no tienen donde esconderse. En esta ocasión me encontraba en otro manantial, esta vez era La mesa redonda, de mi buen amigo Paco Solares. Me acompañaban varios colegas, a quienes les comenté la discriminación de ese lugar hacia las mujeres, pues no había meseras como en El Don y, desde luego, mencioné a la atractiva Lluvia.
-¿Te gustó Lluvia? Te la hubieras llevado a bailar –me dijo Goyo Barrientos muerto de la risa.
-No acostumbro esos “levantones” –respondí molesto.
-Lo que pasa es que no es Lluvia, sino Aguacero –me explicó Santiago “El Patachín” García.
Así fue como me enteré que Lluvia era un personaje muy famoso en el ambiente y por ser Aguacero, sus aguas también corrían cuesta arriba si fuere necesario.
Quién sabe qué pasó con ese mampito protagonista de tropicales pasiones. Pasado el tiempo, desapareció del ámbito botanero y Lluvia fue evaporada por el sólido Sol costeño. Algunos cantineros me contaron una versión de su ausencia: fue tal el amor de dos machísimos pretendientes (uno ganadero y el otro agricultor) que la violencia llegó al Texcuyuapan y abandonó el escenario para no provocar una tragedia.
Yo prefiero creer que un buen hombre, a carta cabal, como somos los tapachultecos, la rescató de ese vil ambiente, le puso su casita y vivieron muy felices.

viernes, 19 de febrero de 2010

La pluma mágica


Cuentos para Demián por su 9º. cumpleaños

En una ciudad construida en una inmensa nube vivía un muchacho de nueve años de edad llamado René. Era muy guapo e inteligente y gustaba mucho de los juegos virtuales. Debido a esta pasión descuidaba un poco los juegos físicos y casi no tenía relación con la lectura y la escritura, pues a pesar de que le gustaban mucho las historias, en lugar de leerlas o escribirlas, prefería escucharlas.
En una ocasión, su mamá - que era una mujer muy sabia-, le regaló una pluma para que hiciera sus tareas escolares. Sin embargo, a René pronto se le olvido la pluma en el fondo de la mochila pues tenía muchos lápices. Además, los utilizaba poco debido a que la mayoría de sus trabajos los hacía en la computadora, con la cual era muy hábil.
Otro de los pasatiempos de René era atrapar pedazos de nubes cuando pasaban cerca de su ventana arrastrados por el viento. En una ocasión, cuando se encontraba entretenido agarrando trozos de nubes para guardarlos en una bolsa y hacer una almohada para su madre, en una de esas nubecillas encontró una hoja de papel blanco.
Debido a que le gustaba mucho dibujar, pensó que la podría utilizar en alguno de sus diseños y corrió a guardar la hoja en su mochila. Al tratar de acomodarla para que no se arrugara, encontró la pluma olvidada.
–¡Esta es una buena ocasión para estrenarla! –exclamó con alegría y de inmediato la sacó y se puso a dibujar un autobot.
Luego de terminar el dibujo, René empezó a escribir algunas frases para acompañar la acción del autobot, pero conforme avanzaba, se sorprendió muchísimo al notar que al tocar la pluma, ésta adivinaba sus pensamientos y con gran rapidez y claridad plasmaba los textos en el papel.
Su curiosidad se despertó con gran fuerza y para descubrir de lo que era capaz esa pluma, abrió su cuaderno de matemáticas y se dispuso a resolver las sumas y restas que le habían dejado de tarea. Tan pronto agarraba la pluma, de inmediato escribía las respuestas que René tenía en mente. A continuación tomó su cuaderno de español y el resultado era parecido. La pluma se deslizaba con rapidez, escribiendo con bella letra las oraciones encargadas por la maestra. Igual sucedió con el cuaderno de inglés.
Maravillado, René se olvidó de los videojuegos y su mayor entretenimiento fue desde ese momento escribir con la pluma mágica que le había regalado su mamá, pues se dio cuenta que mientras más la usaba, más obedecía a sus pensamientos.

martes, 9 de febrero de 2010

La sopa de piedras



Cuentos para Demián por su 9º. cumpleaños

Un anciano, disfrazado de pordiosero dedicó la última parte de su vida a recorrer los caminos de su país para conocer la esencia del ser humano. Cierto día lllegó a un próspero pueblo en las faldas de una montaña con hermosos y exubentes bosques.
Cansado, sediento y con mucha hambre por caminar durante todo el día, el viejo se acercó a la primera casa encontrada a su paso. Tocó a la puerta y dijo: “Hola, buena gente, que la prosperidad y la buena voluntad reinen en este hogar.”
–¿Quién eres y qué deseas? –le preguntaron desde dentro. El sabio respondió: "soy un peregrino y sólo deseo un poco de agua y algo de comer".
–¡Largo, aquí no regalamos nada ni mantenemos zánganos! ¡Ponte a trabajar y gánate el pan que quieres comer! –le dijeron.
El caminante se dispuso a retirarse, pero antes exclamó en voz alta:
–¡Lástima, ustedes se lo pierden. A cambio, yo les iba a enseñar a preparar la famosa y deliciosa sopa de piedras, platillo sólo digno de reyes!”
Al oír esto, la familia de esa casa reaccionó y el padre le dijo a la madre: “¡Escucharon! Si nos aprovechamos del viejo podemos hacer negocios con esa receta”. La madre estuvo de acuerdo, mientras los dos hijos exclamaron a coro: “¡Y nosotros podremos comer como reyes!” De inmediato corrieron y abrieron la puerta.
–¡Espere buen hombre, sólo estábamos bromeando, pase usted!
Lo invitaron a sentarse a la mesa y le servieron un vaso de vino, los ambiciosos anfitriones le pidieron la receta, de la que nunca antes habían oído hablar. El anciano empezó a dictar las instrucciones.
–Para empezar –dijo el caminante–, pongan una olla grande con agua y muchas verduras a cocer en la estufa.
Después, mandó al par de chamacos al arroyo para que seleccionaran las piedras más limpias y cuyo tamaño fuera menor al de una cebolla.
–Recojan la mayor cantidad que puedan y las traen –pidió.
A la señora le dijo que sazonara el caldo con especias y matara una gallina gorda y la agregara en la olla en pequeños trozos para que no compitieran en tamaño con las piedras.
Mientras todo eso hervía, al señor de la casa le indicó volver a llenar el vaso con vino y, mientras tanto, que preparara las lijas para pulir las piedras. Una vez que los muchachos regresaron con su cargamento, el anciano dijo a los cuatro que se sentaran a lijarlas y él les indicaría el punto exacto requerido para agregarlas al puchero cuando éste hirviera.
Mientras la familia se dedicaba a pulir las piedras con ahínco, el peregrino dijo que "probaría" la sopa para avisarles si ya estaba a punto. De esta manera, se sirvió uno, dos, tres platones con las sabrosas verduras y las mejores piezas de la gallina y comió con rapidez.
Los dos hijos y sus padres, cansados de tanto pulir y ya con ganas de comer al ver al viejo saborear el puchero, preguntaron si ya estaban listas las piedras. El anciano, se acercó y las revisó una por una y, tras darles su visto bueno, les dijo que ya las podían echar a la olla y esperaran treinta minutos.
Después de felicitarla por su gran inteligencia y sentido para los negocios, el caminante se despidió de la familia y partió hacia la montaña.

viernes, 5 de febrero de 2010

Muchacha afgana en México


Por Betzabé Sumuano Duval

La he visto infinidad de veces. En el Metro, la escuela, el mercado, en un pueblo, en la ciudad. A veces va manejando su automóvil último modelo y otras a pie, recorriendo las calles. También en las cafeterías o comiendo en la calle; a donde voltee ahí está ella, a veces silenciosa, a veces ruidosa.
No tiene ojos verdes, generalmente sus ojos son obscuros, su piel va de blanca a morena, no usa velo, no cubre sus cabellos o su cuerpo como es la costumbre musulmana. Usa ropa "occidental", ya sea de moda o algo sencillo, también sabe leer, escribir y hacer cuentas, pero eso no la ayuda.
Se ha casado joven, adolescente es más preciso, tiene hijos, por regla general no trabaja, aunque hay excepciones. Su marido provee para ella como pueda, y como cualquier madre desea una vida mejor para sus hijos, mejor de la que ella tiene.
Es tradicionalista y sigue manteniendo vivos los viejos tabúes y prejuicios que le fueron inculcados en su infancia; pero censura o envidia a los que se han liberado de ellos, su idea de lo que es "femenino" y lo que es "masculino coarta la esperanza de una mejor vida para sus hijos.
Se somete a su esposo y a la vez lo somete a la tradición irracional. Ella puede salir de su casa sin la compañía masculina, pero prefiere no hacerlo, le gusta que la vean con Su Marido o con Su Novio.
Para su fortuna, nunca le han mutilado los genitales, nunca ha oído de la infibulación; nunca ha oído nada... no quiere oír nada.
Entonces, ¿quién es ella?
Somos nosotras, las mujeres mexicanas. Son los millones de mujeres adolescentes que se embarazan, son las mujeres que de manera religiosa se alimentan el alma únicamente de telenovelas, espectáculos decadentes sobre supuestos problemas y... más telenovelas.
¿Libros? Ni pensarlo, son caros, pero gastan millones anualmente en maquillaje y ropa de moda. Son adolescentes en cuerpos de diferententes edades. ¿Educarse, ir a la escuela? "¡Qué flojera, si no aprendo nada!"
Literalmente no sabe hacer nada, ni siquiera educar a los hijos. ¡Cómo hacerlo si ella misma no se educa! "Es culpa de mis padres, ellos no me dijeron nada."
Sabe leer, pero no lee. Puede aprender, pero no lo hace. Tiene libertad para pensar, pero le da flojera. Tiene poder para cambiar su vida, pero no lo ejerce. No usa velo, pero marcha a ciegas. Camina a la par del hombre, pero siempre se queda atrás.
NUNCA NOS MUTILARON EL CLÍTORIS, PERO NOS HEMOS MUTILADO EL ALMA.

Atentamente
Cuyuza

martes, 2 de febrero de 2010

Aquella casta Zona Roja



Va de cuento


La visita más reciente que hice a Tapachula tiene ya casi tres años y sólo fue por unas cuantas horas. El grupo de escritores, periodistas y artistas lo capitaneaba nuestro querido “neuras” Marco Aurelio Carballo (MAC). El motivo era la presentación del libro-semblanza del desaparecido novelista Rafael Ramírez Heredia (a) El rayo Macoy. Teníamos que dormirnos temprano porque al otro día partíamos a Tuxtla Gutiérrez.
Aquella noche, luego de una visita relámpago a mi familia, me llené de nostalgia, salí a la calle, paré un taxi conducido por un joven flaco y bojudo a quien, con tono perentorio le dije: “¡A la zonaja!?” El hijuesu volteóme a mirar como quien ve una chichihueta.
–¿Perdón, a dónde dijo? –me preguntó arqueando la ceja a lo Pedro Armendáriz.
–A la Zona Roja –respondí un poco molesto por su gesto, pues estaba presto para conbeber con las señoritas putas (como dice el MAC).
–¿De dónde viene? Porque no es de aquí, ¿verdá?
–Sí, soy huacalero –respondí ufano–, pero tiene un buen tiempo que radico en el DF.
–Pues más bien será mucho tiempo, porque hace años, mucho antes de que yo naciera, que ya no hay una Zona Roja, como la llama usted, señor –explicome el bojudo de marras–. Pero si lo que quiere son unas nenas, lo puedo llevar a algunos antros que tienen unas salvadoreñas y panameñas de rechupete.
Reflexioné un poco. Vinieron en tropel a mi cabeza las innumerables notas que leo en internet y publica el Diario del Sur en su página web relativas a la inseguridad que campea en la frontera sur. Volví a echarle una mirada al chafirete y mi octavo sentido me previno y la desconfianza embargó mi alma.
–No, mejor llévame al centro, a Los Comales –respondí saboreando de antemano un tascalate bien frío.
En el trayecto los recuerdos me abrumaron. La colonia 16 de Septiembre se hizo famosa por su encantadora, segura y honesta Zona Roja, con sus bules para todos los bolsillos. Los pobretones y tempraneros asistíamos al acreditadísimo Salón Acapulco; para los vespertinos el Guadalajara de Noche y el Tenampa. Había otros de medio pelo que sólo funcionaban de noche.
Pero los dos congales que se disputaban la clientela VIP, eran La Burbuja, con su exclusivo edificio que parecía castillo de Drácula, y La Pepsi, de la estimadísima y fina dama doña Concha Mora, que casi todas las semanas tenía hostes de importación, todas muy bellas.
Corrían los años de los 60 y 70 cuando me hice visitante frecuente de la Zona Roja. Había muy buen ambiente y todo era sanísimo. El Centro de Salud ejercía un control sanitario verdaderamente estricto y las enfermedades eran muy raras. Logré tener buenas amistades con varias señoritas en esos castos lugares de esparcimiento. No olvido a Celia Rojas, una jarocha flaca pero enjundiosa, que a mis 14 años de edad logró encender mis más tropicales fantasías. Años después supe que había muerto en un accidente automovilístico. Ojalá el Señor la haya recogido… en su santo seno.
Sentado en los portales (por cierto ya nadie se acuerda que se llamaban Los Portales Pérez) y saboreando mi tascalate bien frío, comento el incidente del taxista bojudo con uno de los asiduos parroquianos a Los Comales (cuyo nombre me reservo).
“Hiciste bien”, me dice, “ahora no hay que confiar en nadie en esta ciudad. Además, para qué arriesgarse a ir a los muchos congales diseminados por toda la ciudad, si aquí, en pleno parque central Miguel Hidalgo o en los restaurantes y bares del primer cuadro llegan las señoritas, muy bien arregladas, a ofrecerte sus servicios. "Mira, esas chicas que parecen estudiantes, las que van rumbo al viejo palacio municipal, son buenas conocidas mías. Si quieres las llamo.”
Terminé mi tascalate. Contemplé con nostalgia aquel parque Hidalgo. Era casi media noche.
–Mejor me voy adormir, mañana tengo que viajar –le dije a mi viejo conocido y pensé: “¿Adónde quedó aquella casta Zona Roja donde crecí?”