lunes, 21 de junio de 2010

Sobre Saramago y Claudio Toscani

Señor médico: muchos periódicos internacionales han comentado su artículo publicado en El Observador Romano sobre José de Sousa "Saramago". Me han ofendido las aseveraciones que usted hace sobre el escritor. Los extractos publicados en la prensa me llevaron a leerlo en su totalidad directamente del italiano (espero que haga lo mismo con este texto, léalo en español), para no quedar sujeto a interpretaciones de terceros.
La autodenigración no tiene límites, al grado que algunas personas en la actualidad, como usted, se atreven a exhibir públicamente su incapacidad intelectual al publicar semejantes conceptos sobre otro individuo. Se supone que la principal característica de quien elige practicar la medicina debe ser, en esencia, humanista, alguien que siga los principios de Hipócrates. Usted demuestra ser la antítesis de ello, bien pudo haber sido el médico de los campos de concentración de Hitler, eso sí, en nombre de Dios o de Alá, como le acomode.
En fin, usted alcanzó sus 15 minutos de fama a expensas del escarnio de un buen hombre, el cual, independientemente de sus ideas, siempre aprovechó su prestigio literario para darle voz a los desposeídos, al pueblo, a esos que usted desprecia y que el mismo Jesús se encargó de defender y proteger.
Veo que también presume, supuestamente, de escritor, pero nunca he sabido que sus libros hayan tenido el tiraje de los de Saramago ni que estén traducidos a muchos idiomas. Por lo menos aquí en Latinoamérica no se conoce su obra, así que como literato, es un poco menos que nada.
Tal vez como médico ha sido exitoso, estoy seguro que goza de una posición muy bien acomodada y con excelentes relaciones, ya que publican sus exabruptos en el periódico del Vaticano, Estado mismo que protege y bendice a pederastas, banqueros mafiosos, se asocia con fabricantes de armamentos, con dictadores autodenominados democráticos y otras pléyades de demonios. Bien por usted. Qué bueno que se ha exhibido tal cual es para que sus clientes en el consultorio sepan la clase de persona que es.
Muchos como usted, presas del "entusiasmo febril" que los hace fanáticos por conveniencia, desean que Saramago se encuentre en el infierno. Le aseguro que los buenos cristianos deseamos llegar algún día al infierno de Saramago, en lugar del paraíso a donde, seguramente, usted se reunirá con Marcial Maciel en un futuro no muy lejano.
Con piadosos deseos para la medicina que practica, atentamente, su servidor
Óscar Sumuano
periodista mexicano

4 comentarios:

  1. YO TAMBIÉN QUIERO IRME AL INFIERNO CON SARAMAGO, AL MENOS ABURRIDO NO VA SER.

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  2. Me parece que el tipo puede opinar lo que quiera. Su crítica al menos es congruente con su, ya de por si, cuestionable credo. Si lo atacamos únicamente porque no estamos de acuerdo con él, me parece que incurrimos en su misma actitud intolerante. Perdió su oportunidad de estar callado. Ja.

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  3. Pos sí, teneis razón, pero me calenté, así como vos con el futbol.... jejeje

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  4. Oscar Sumuano, no debiste haber dicho que deseas ir algún día al infierno de Saramago; tu no eres consciente de lo que estás diciendo, la Palabra de Dios dice que de toda palabra necia que sale de la voca tendrás que dar cuenta al Juez Supremo el día que tu alma sea llamada a la etrnidad; arrepiéntete de lo que has dicho para que cuando pases al "otro" lado to pases tu eternidad en tormento...

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