miércoles, 23 de junio de 2010

Saramago y yo.

Saramago y yo no nos llevamos, es la verdad. Mi fría relación con él se basa en que él es un escritor y yo no aguanto a leer su obra por más de quince minutos sin sufrir de aburrimiento ( ¿y si me espero a que la hagan película?). Conclusión: no soy intelectual y pertenezco a la cultura pop.

A raíz de su fallecimiento corpóreo, salió a la luz un señor completamente desconocido para mi: Claudio Toscani, de quien se dice escribió una diatriba apasionada en contra del hoy occiso, que causó a nivel mundial diferentes reacciones. Dada mi naturaleza por consumir chismes de las celebridades me lance cual Lara Croft en versión internauta a indagar cuanto pudiera satisfacer la morbosa curiosidad de mi persona. Cuando di con el multicitado artículo, y aunque no lo crean lo leí en italiano y tarde casi cuatro horas en traducirlo lo más correctamente posible con las herramientas conocidas, de mis labios emergió una palabra y una pregunta: Galileo. ¿Cuantos años pasarán para que le pidan perdón póstumo a Saramago, por semejante torpeza?
Afortunadamente, existen personas con mayor habilidad para digerir la obra de Saramago y difundir su obra y pensamientos para las masas, que me han permitido, si no ser una asidua seguidora, si una respetuosa observadora. Muchas de sus observaciones del honorable escritor, en lo que he logrado comprender, son acertadas.

Y pensé ¿Quién es Claudio, que tan agresivamente ataca a un difunto?, supuse que un sacerdote católico intelectual, poseedor de grandes títulos y conocido entre sus círculos, así que me fui directamente a un buscador italiano para no errar. Lo que encontré en orden de importancia fue:
1. Un profesional en filología musical
2. Fotos de un perro
3. Página de venta de libros
4. Una editorial vendiendo libros de Claudio Toscani

De ésta última varias páginas más ofertando los libros, ya saben, que los diez primeros resultados son los mas importantes: pero sin una palabra sobre su biografía y mucho menos una imagen. Vilmente busque “Saramago”, en fin, no redundemos: biografía, obras, frases, momentos, cavilaciones, me sorprende que no sepamos la marca de ropa que usaba.

En fin, en mi pequeño universo, a Claudio lo conocen muy bien en su casa, que supongo que es el Vaticano, ya que fueron quienes lo publicaron, lo que a mi parecer no es muy buen respaldo, teniendo en cuenta que históricamente han sido los principales carniceros de la humanidad. Próxima meta: Leer un libro completo de Saramago.

Cuyuza

P.D.: Me dijeron que es un médico. ¿Será del IMSS?

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