Chiapas, en pleno colapso político y económico

Exclusivo para Voces del Periodista

La desastrosa gestión administrativa y política de Juan Sabines Guerrero al frente de la entidad fronteriza con Centroamérica, ofrece la oportunidad a las fuerzas más oscuras de la sociedad para permitir el ascenso sin restricciones de políticos muy controversiales y protegidos por el actual gobernador
Chiapas se encuentra en la actualidad bajo el control total de la Armada y del Ejército ante el absoluto fracaso del gobernador Juan Sabines Guerrero de garantizar la seguridad social en la entidad, debido a que entre las recaídas en sus adicciones, los periodos de recuperación y su cuerpo de colaboradores, que van desde los ineptos hasta los corruptos eficaces, ninguna institución estatal cumple con su razón de ser.
Nada ni nadie se mueve en todo lo ancho de la frontera con Guatemala sin escapar de la vigilancia de las fuerzas armadas. Aun sin intervenir o controlar la actividad política en la entidad, los informes de inteligencia de las fuerzas castrenses han identificados a quienes tienen vínculos con el crimen organizado.
Para varios observadores resulta inexplicable que, con esos informes, todavía no se proceda a la captura de aquellos que ya se encuentran actuando en el escenario político chiapaneco ni se actúe en contra los blanqueadores de recursos de procedencia ilícita. La gama es amplia, va desde casas de cambio, de empeño, bares, cadenas de tiendas comerciales, hasta empresas de bienes raíces y constructoras.
Algunos analistas suponen que se trata de evitar, por el momento, el desplome de la actividad económica, pues debido al derrumbe de la agricultura, la ganadería y la pesca, esos recursos económicos de procedencia dudosa mantienen un mínimo de la planta laboral en la región. De otro modo, serían miles de familias las que quedarían literalmente en la calle.
En diciembre pasado, Sabines rindió su quinto informe de gobierno. En él, nunca explicó en qué se han gastado los 15 mil 457.7 millones que hasta el momento ha tenido en sus manos vía préstamos, puesto que el sistema de salud estatal está colapsado, el educativo en un deterioro total, las supuestas “ciudades sustentables” sólo son escenografías, la producción de biodísel es una falacia y en sus cinco años en palacio de gobierno no se ha hecho una sola obra importante.
“Gobierno de spots”
Sin embargo, mucho de ese dinero Sabines lo ha derrochado en publicidad. Todas las estaciones de radio en Chiapas tienen saturadas sus pautas de propaganda oficial. Casi todos los periódicos impresos tienen jugosos ”convenios” con el gobierno.
Pero lo que más llama la atención es la abdicación de Sabines en favor del Grupo Salinas, propietario de TV Azteca. La publicidad en los canales de los Salinas Pliego es intensa. Proyecto 40 es la “casa” de todos los chiapanecos. Ahí aparecen como “analistas políticos” personajes como Jaime Valls, hijo del magistrado Sergio Valls Hernández, a quien Sabines en menos de cinco años lo nombró diputado local, luego alcalde de Tuxtla Gutiérrez y actualmente rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, desde donde busca la gubernatura.
Grupo Salinas también ha recibido de Sabines el negocio del estadio de futbol Víctor Manuel Reyna, le transfirió al equipo Jaguares y está por entregar la Arena Metropolitana de Box y Lucha “Jorge Cuesy Serrano”. Sabines está convencido que, al igual que Enrique Peña Nieto hizo binomio con Televisa para consolidarse como político, TV Azteca será su trampolín para continuar figurando en el escenario político nacional.
Otra área en la que se mueve Grupo Salinas, debido a la acendrada oligofrenia del gobernador chiapaneco, es la social. Mediante la filial denominada Fundación Azteca, los intereses de los Salinas Pliego están siendo barnizados ante la ciudadanía de actos filantrópicos, lo cual va desde regalo de mochilas a los alumnos de bajos recursos, apoyos a colonias populares o becas a estudiantes de excelencia, hasta el patrocinio y promoción de orquestas infantiles.
Ahora Fundación Azteca Chiapas prepara a uno de sus jóvenes elementos para que ocupe un escaño en el Senado y sea la punta de lanza para que el Grupo Salinas incursione a lo grande en la explotación del sector turístico chiapaneco.
Todo ello ha sido posible gracias a la corrupción rampante que impera en la administración estatal y el alto grado de ineptitud de la mayoría de funcionarios, diputados locales y alcaldes, hacia donde los recursos públicos se han volcado para satisfacer ambiciones personales.
Partidos y políticos
Ante el desaseo y mezquindad de las dirigencias nacionales de todos los partidos políticos, en Chiapas las filiales de éstos quedaron a la deriva. Ello ha sido aprovechado muy bien por la administración sabinista. Las dirigencias estatales del PRD, PRI, PAN, Convergencia, PT y Verde, se encuentran bajo el control del gobernador, vía su secretario de Gobierno, Noé Castañón León, quien ha sabido operar la política de la simulación para manejar presuntos disensos “democráticos”.
En ese escenario se dan casos como el de la senadora María Elena Orantes, quien dizque con el apoyo de Sabines renunció al PRI para buscar por su cuenta y bajo cualquier otra franquicia, la gubernatura. Tiene cierta congruencia la postura. Sabines sacó de la cárcel al esposo de Orantes, Eduardo Montoya Liévano, exprocurador estatal de Justicia, quien había sido recluido en prisión por Pablo Salazar Mendiguchía, a su vez encarcelado por Sabines.
Un caso que le explotó en las manos a Castañón, conocedor de esos vericuetos judiciales dado que fue magistrado, es el de José Antonio Aguilar Bodegas, quien al no plegarse a los deseos de Sabines, logró reaccionar a tiempo y hasta ahora a evitado pisar la cárcel, vía el amparo y espera el desahogo de pruebas para demostrar, dice, que la acusación de asociación delictuosa y manejo de recursos ilícitos es un ardid para sacarlo del camino hacia la gubernatura.
Lo cierto que todos estos personajes tienen cola que les pisen, como se dice popularmente, pero no es menos cierto que los procedimientos judiciales, tanto con Salazar como con Sabines, han sido manoseados de modo cínico y sin ajustarse a derecho. Salazar cometió muchas tropelías, tantas que nadie a nivel popular se conduele porque esté en la cárcel. La esperanza de muchos chiapanecos, finalmente, es que Sabines también termine donde creen merece estar, por largo tiempo.