lunes, 19 de octubre de 2009

La paradoja del SME







A 34 años (1975) de que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) hiciera la primera gran traición al movimiento obrero democrático, en aquel entonces representado por la Tendencia Democrática del SUTERM, que encabezaba Rafael Galván, hoy cae víctima de su propia corrupción, indolencia y total alejamiento de los principios socialistas que animaron desde sus inicios al sindicalismo independiente.
La paradoja de esta enseñanza histórica es brutal, terrible. El SME no fue derrotado por las tradicionales luchas sectarias dentro de la propia izquierda mexicana, sino que su victimario fue precisamente el grupo oligárquico que comenzó a perfilarse desde el sexenio del Carnicero de Tlatelolco (Luis Echeverría Alvarez) y consolidado en el del Tonto útil (Miguel de la Madrid) que en aquel entonces logró neutralizar a Rafael Galván hasta su muerte.
El Jefe de jefes de ese grupo sigue siendo el famoso Chupacabras (Carlos Salinas), cuyas estrategias de operación mafiosa han vuelto a evidenciarse en la llamada "liquidación" de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. Su desprecio a la Constitución y leyes afines le vino como anillo al dedo a las hordas bestiales del panismo actual, ejecutantes de tal despropósito. ¿Merecemos esta clase política los mexicanos? Creo que no, pero en la apatía social y política llevamos la penitencia.
Resulta un tanto difícil apoyar a un sindicato no menos corrupto que el SUTERM, el SNTE, la FSTSE, el de los petroleros y la CTM, cuyos dirigentes como Martín Esparza son acusados de enriquecimientos multimillonarios. Pero el SME no administraba a la empresa, sino los compinches del presidente en turno. Si hay que crucificar a algunos con decomisos y cárcel, son a quienes fueron los cuadros directivos de LFC, y desde luego, a quienes los nombraron.
En este contexto, y dada la manera de conducirse de Javier Lozano Alarcón (el verdadero "cerebro" en Los Pinos), ya no tenemos por qué dudar de la palabra de Zhenli Ye Gon, exonerado de todos los cargos criminales en Estados Unidos, cuando lo acusó de amenazarlo con "el coopelas o coello". Lozano Alarcón se ha comportado, en el caso del SME, como un aporreador de Los Soprano.
Este desmadre también ha puesto en evidencia que la industria eléctrica ya no es "nacional". Hay en México alrededor de mil empresas que generan y venden esta energía y que la Comisión Federal de Electricidad y la hoy "liquidada" LFC, sólo son membretes para que el grupo oligárquico que controla a México hagan negocios privados. "Política ficción", compañeros, como bien dice el Chupacabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario